Llama a los dos “países hermanos” a alcanzar una “solución diplomática amistosa”
El gobierno de Sudáfrica expresó este jueves su “preocupación” por el asalto de la Policía de Ecuador a la embajada de México en Quito ocurrido la noche del pasado viernes.
En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Internacionales y Cooperación indicó que el asalto “violó la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, en particular el principio de inviolabilidad de los locales y el personal diplomáticos”.
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“Esto se produce tras la detención arbitraria del exvicepresidente Jorge Glas Espinel, a quien el gobierno mexicano le concedió asilo político tras su solicitud de protección contra la persecución”, señaló la nota oficial.
Sudáfrica pidió que se alcance “una solución diplomática amistosa entre los gobiernos de México y Ecuador para encontrar una solución duradera para estos países hermanos del Sur Global, de conformidad con la Convención de Viena”.
Además, el país africano confió en que las organizaciones regionales de las Américas y la ONU “se ocupen de este asunto urgente, que tiene el potencial de afectar negativamente a la región y el Estado de derecho internacional en la conducción de las relaciones diplomáticas”.
El asalto tuvo lugar después de que el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ordenase a la Policía del país entrar en la embajada de México en Quito para arrestar al exvicepresidente de Rafael Correa, Jorge Glas, procesado por corrupción y que ingresó en la legación diplomática en diciembre pasado tras pedir asilo político.
Imágenes registradas por las cámaras de seguridad mostraron a los efectivos de la Policía ecuatoriana llevándose a Glas mientras apuntan al encargado de la misión diplomática, Roberto Canseco, con una pistola.
Ecuador acusó a México de violar tratados internacionales al refugiar a una persona procesada por corrupción y alegó que la embajada no cumplió con la solicitud de extradición de Glas, que enfrenta cargos penales en el país.
Por su parte, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tachó el asalto de la Policía de Ecuador de “autoritario” y rompió las relaciones.
