- En todo el mundo, 650 millones de personas sufren de esta enfermedad que, desde 1980, ha triplicado su prevalencia
- Asimismo, las proyecciones indican que 1 de cada 4 individuos podría ser obeso para 2035
La obesidad es una enfermedad que afecta a 650 millones de personas a nivel mundial, según la Fundación Cardiológica Argentina. Causa, aproximadamente, 4 millones de muertes por año y la cantidad de personas que la padecen se triplicó desde 1980.
Tener exceso de peso afecta negativamente al sistema cardiovascular. Puede causar infartos, accidentes cerebrovasculares (ACV), insuficiencia cardíaca y arritmia. Otras complicaciones ligadas a esta enfermedad son la diabetes y la hipertensión (presión arterial elevada). Todos estos factores de riesgo disminuyen la expectativa de vida de las personas que sufren de sobrepeso.
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¿Cuáles son las estrategias que se pueden adoptar para un corazón más sano?
Es necesario reflexionar y entender los efectos perjudiciales de esta enfermedad, afirman los expertos. Con este fin se conmemora el Día Mundial de la Obesidad el 4 de marzo. “Desde la Sociedad Argentina de Cardiología y su brazo comunitario la Fundación Cardiológica Argentina promovemos en este día la toma de conciencia acerca de esta enfermedad, y mostrar la necesidad de implementar un estilo de vida activo junto a una alimentación saludable y promover entre todos, políticas de salud activas para revertir esta endemia en nuestro país”, expresaron ambas entidades.
¿Cómo se diagnostica la obesidad?
El índice de masa corporal (IMC) es una herramienta comúnmente utilizada para diagnosticar la obesidad o sobrepeso. El cálculo consiste en tomar el valor del peso de una persona y dividirlo por su altura. Los resultados normales se encuentran dentro del rango de 18.5 hasta 24.9. Si se obtiene un resultado mayor hasta 29.9, se considera que el individuo tiene sobrepeso. Si supera ese valor, se trata de obesidad.
La doctora Carolina Salvatori, Asesora del Consejo de Cardiología Clínica de la SAC, aconsejó: “Un abordaje integral en el estilo de vida es fundamental en la prevención de esta endemia. Es por ello que a partir de un IMC de 25 kg/m2 se recomienda un plan de alimentación saludable, ejercicio, terapia conductual y tratamiento específico”.
¿Por qué se dificulta su prevención?
En el país se realizaron varios programas de alimentación saludable para prevenir la obesidad y reducir su incidencia, pero fallaron en su implementación o en su permanencia en el tiempo, resaltan desde las entidades cardiológicas.
Además, hay un problema en relación a la educación que reciben los médicos sobre la alimentación. No solo es importante que los profesionales de la salud recomienden ciertos hábitos alimentarios, sino que tengan en cuenta una visión completa de todos los aspectos de la nutrición. Esto se vio reflejado en una encuesta realizada a 556 cardiólogos y residentes de cardiología llevada a cabo por el doctor Augusto Lavalle Cobo, ex director del consejo de cardiometabolismo de la SAC. Solo el 40% de ellos recibió educación sobre manejo nutricional en la universidad y el 53% expresó dedicarle poco tiempo a las recomendaciones nutricionales durante sus consultas.