El síndrome de Houdini, cuando se escapa de la implicación emocional

Cuando todo parecía ir bien, la persona con la que estábamos nos abandona sin más explicaciones. ¿Qué ha pasado? ¿Por qué se da esta situación? La explicación puede estar en el síndrome de Houdini.

Sociedad líquida y vínculos modernos

No importa la época, siempre ha habido personas a las que les ha costado establecer vínculos duraderos y comprometerse. Sin embargo, nuestra sociedad es demasiado individualista en comparación a otras épocas históricas.

Por desgracia, cada vez más, se ve a las personas como meros medios u objetos. Esta situación no invita a pensar que, por ejemplo, las amistades o las relaciones vayan a durar para siempre.

Fases del síndrome de Houdini o de la fuga emocional

Primera fase de auge sentimental: en esta fase se da el enamoramiento, y parece que todo va a ir muy bien, que somos afortunados por haber conocido a esa persona y que esté a nuestro lado. Todo es perfecto y nuestros sueños se proyectan como realidad junto a esa persona. Sin embargo, esta fase se suele ir tan rápido como aparece.

Segunda fase de dudas: como la relación tiene unas bases poco sólidas o unas raíces poco profundas, pueden aparecer dudas acerca de la fiabilidad de la misma. Ya nada es tan bonito como al principio, y no se sabe muy bien qué va a pasar. Aparece la incertidumbre.

Tercera fase de huida emocional: la persona en cuestión escapa de la relación. Nos deja, tal vez sin aparecer ni dar explicaciones. El contacto puede cortarse radicalmente y no es infrecuente que no se vuelva a saber nada de esa persona.

¿Por qué puede darse esta fuga emocional?

Pueden darse 3 factores cuya acción simultánea sería equivalente a un cóctel explosivo:

Inmadurez: derivada de la poca educación emocional que tienen algunas personas.

Sociedad individualista: la sociedad actual, como adelantábamos, ya no otorga importancia a las relaciones estables, a formar familias y al sexo como expresión de amor y trascendencia.

Internet, redes sociales y nuevas tecnologías: las redes sociales dan la impresión de tener a mano decenas de potenciales parejas, personas que se tienen en reserva, que nos escriben, nos mandan fotos.