Muchos dirigentes y militantes del partido Morena asumieron que el “bastón de mando” regalado por su líder AMLO a su pupila -aprendiz- Claudia Sheinbaum constituía el símbolo de la herramienta por la cual se transfería la popularidad, el carisma, los atributos, la experiencia, las capacidades, las facultades y, sobre todo, LA AUTORIDAD POLÍTICA DEL PODER PRESIDENCIAL y que entonces ya con solo ese hecho consumado todo se arreglaría mágicamente.
Apenas a siete semanas pasaditas después de la grosera simulación en el proceso de la fallida encuesta para imponer a la responsable del cargo de coordinadora de los comités de defensa de la cuarta transformación, hoy queda claro que todo se le descompone a Morena porque el “bastón de Mando” resulto ser un vil palo de madera que no funciona ya que simple y llanamente no se le sabe utilizar.
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El proceso de imposición y consolidación de la candidatura en ciernes de Claudia Sheinbaum, elegida muchos meses atrás por Ya Sabemos Quién (YSQ), estaba diseñado para ser un gran acto de magia ejecutado con maestría mismo que causaría el asombro y el aplauso del público como en las películas de Harry Potter pero, hasta donde vamos, ha sido todo lo contrario y se ha convertido en una serie de desatinos, errores, soberbias, amenazas, cooptaciones a la buena y a la mala y otras linduras convirtiéndose en un espectáculo de trucos burdos que rondan entre lo hilarante y lo dramático, como aquellos que nos brindaba el afamado y querido actor mexicano Beto el Boticario.
La consecuencia de usar el “Bastón de Mando” como Garrote y no saber utilizarlo como Varita Mágica ha provocado un desastre interno. La inasistencia del público al teatro (Estadio Azul) aunque se repartan los boletos gratis; se brinde el transporte, también gratis; y se les obsequie un lunch, por supuesto gratuito al público, es un hecho no menor; la rechifla del respetable que tiende a generalizarse es otro dato relevante; el enojo evidente de los actores de reparto (aspirantes a candidaturas de gobernadores) que no están dispuestos a ser parte de una farsa tosca que los deje manchados de por vida en sus historias políticas personales como indignos y humillados, es otro dato muy relevante; pero el asunto de fondo es que se quiere usar el garrote para imponer a los candidatos de ese partido en los estados donde habrá elecciones como si la imposición de Claudia Sheinbaum les hubiera salido tan bien. Varios de las y los aspirantes legítimos a las candidaturas estatales han comentado que no quieren verse en el espejo de los dos morenistas que habiendo sido gobernadores de sus estados y miembros de la cúpula del poder terminaron en la nada, denostados, amenazados, desprestigiados y repudiados después de que le levantaron la mano a Claudia Sheinbaum como oficial triunfadora el pasado día 6 de septiembre.
Hay que recordarle a Claudia Sheinbaum que el “Bastón de Mando” pretendía ser Varita Mágica y no Garrote. Para quienes quieren cuidar a Morena resultará atractivo saber que la varita mágica de Harry Potter no tiene poderes por sí misma.
Ésta adquiere sus poderes cuando el operador lanza el hechizo, pero si el mago no dice bien el hechizo o no hace los movimientos correctos no se logra el objetivo deseado.
Todo depende de la habilidad, la práctica y la experiencia del mago. Muy sencillo no se puede hacer magia sin varita, pero la varita no puede hacer magia sola.
Tu tienes el poder de decidir si vas a hacer el hechizo o no; la varita mágica es el instrumento que se utiliza para crear el hechizo, pero si no la sabes usar no te sale la magia de los hechizos correctamente.
Por ejemplo, dicen querer y promover la unidad al interior de su partido pero no saben cómo usar el poder de la varita mágica y hacen movimientos que no produce la magia sino solo ruido estruendoso que causa distorsiones en el efecto del hechizo y, en ocasiones muchas, resulta exactamente lo contrario a lo deseado.
Ahí está el ejemplo del actuar contra Marcelo Ebrard en donde la torpeza de la dirigencia nacional de Morena, la arrogancia de la candidata en ciernes; y el desdén de YSQ han sido la constante hasta el momento a punto de generar un rompimiento mayúsculo.
Haciendo un parangón diremos que AMLO encarnado en el personaje de Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, que aparece en todos los libros y películas de Harry Potter, es el mago amable, sabio y excepcionalmente capaz, así como el director del colegio de magia (partido político) más importante del mundo: Hogwarts (en nuestro caso actual México).
Como en la película a AMLO le salió más o menos el encantamiento levitatori (Wingardium leviosa) en el que Claudia Sheinbaum comenzaba a volar y, sin embargo, Claudia ha comenzado a comportarse como Neville Longbottom que se estrelló y cayó de su escoba.
Se menciona en los libros que las escobas son como los caballos y pueden sentir tu miedo y Neville, en la película, voló primero y no pudo mantener el equilibrio en el aire, por lo que la escoba prácticamente no recibió instrucciones.
En muy pocos días veremos si Marcelo Ebrard, siguiendo este parangón, usa el hechizo de “Protego” o el “Expelliarmus”. Protego es un encantamiento escudo, cuyo conjuro se usa para crear una barrera mágica invisible que es capaz de desviar otros hechizos e impedir el paso a objetos y/o personas.
Si se realiza bien, el encantamiento escudo es capaz de redirigir el hechizo bloqueado hacia su lanzador original. Por su parte, Expelliarmus es un hechizo que consiste en desarmarse, un hechizo disuasivo. Conclusión: en la política mexicana el “Bastón de Mando” debe ser Varita Mágica, no Garrote.