La explosión de la IA generativa ha provocado un aumento masivo de los modelos lingüísticos y la necesidad de un incremento en la capacidad de computación.
Las empresas de todas las industrias están entusiasmadas con este crecimiento.
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Sin embargo, también están preocupadas por los retos que supone en términos de agilidad, aumento de los costes en servicios en la nube y los objetivos de ESG en constante evolución, así como el crecimiento exponencial de los datos, la necesidad de una mayor agilidad y la creciente demanda de cumplimiento normativo.
Esto hace que sea más importante que nunca contar con una capacidad de gestión de los de datos que pueda satisfacer las necesidades presentes y futuras de las organizaciones.
La forma en que se abordan las necesidades de almacenamiento, así como la gestión de los datos, son pieza clave en cómo resolver estos retos y de esta forma, aprovechar muchas de las oportunidades, precisamente porque los datos se sitúan como esenciales para todos los procesos relacionados con la IA. Los estudios dicen que los datos generados por una empresa crecen alrededor de un 50% cada año, con lo que previsiblemente, en 6 años esa misma empresa necesitará almacenar y gestionar 11 veces más almacenamiento que en la actualidad.
Contar con una infraestructura de datos moderna, es clave para acelerar los proyectos de IA, además de resultar indispensable para reducir el “footprint” de datos, con sistemas de almacenamiento basados en tecnología All-Flash, que permiten capacidades altamente compactas, así como bajar los costes almacenamiento de datos, especialmente cuando se aplica a sistemas con unificación de protocolos, consiguiéndose de esta forma un mayor impacto en la facilidad de gestión y la contención de costes.