¿ DEJARÁ PASAR EL PRESIDENTE A MARCELO ? FALSA PREGUNTA

AUNQUE USTED NO LO CREA esa sigue siendo la pregunta que se escucha en todas las pláticas y se lee en muchos análisis que se refieren al proceso en marcha en el partido Morena para seleccionar a su candidato presidencial, mismo que culminará con el gran anuncio del día 6 de septiembre cuando se conozca el ganador de la encuesta que se levantará entre los días 28 de agosto y 3 de septiembre. En todos los corrillos políticos, en lo que publican muchos analistas políticos e incluso en los cafés de chismosos desinformados en todo el país, es común advertir que todo lo reducen a la voluntad caprichosa de Andrés Manuel López Obrador en torno a la decisión de quién será su sucesor como Presidente de la República.

La reflexión de esta ocasión sobre la pregunta de si va o no a dejar pasar AMLO a Marcelo para que sea el candidato de Morena y luego Presidente de Méxicopretende modular esa interpretación del “imaginario colectivo (figura interpretativa de nuestro entorno que otorga plausibilidad a una determinada interpretación de la realidad social en la medida que dicha interpretación -en sus grandes rasgos- es socialmente compartida). Veamos porqué aseveramos que es una falsa pregunta:

Primero- Se parte de la base errónea de que Andrés Manuel y Marcelo Ebrard son antagónicos y se llega hasta argumentar que son casi casi enemigos. No es cierto. Marcelo ha sido aliado político de muchos años de AMLO; Ebrard fue pieza clave para que AMLO llegará al poder; para el gobierno de la 4T que encabeza AMLO, Marcelo ha sido el más eficiente colaborador y, sin duda, el que ha compartido las responsabilidades mayores en los asuntos más delicados de esta administración. ¿Cómo puede ser tu enemigo quien ha sido tu fiel aliado y eficaz subalterno? Al contrario, la cercanía que se gesta en el trato y la resolución de los asuntos de Estado genera una mayor confianza y certidumbre en las capacidades y la lealtad a los intereses superiores de la Nación.

Segundo.- Se suele argumentar que AMLO no quiere que sea Marcelo porque, se dice, “AMLO quiere pasar a la historia como el mejor y Marcelo lo va a opacar”. No es cierto. Marcelo es inteligente -muy inteligente y es el más preparado por mucho de todas las Corcholatas, me consta- pero también lo es Andrés Manuel. Si no fuera inteligente no estaría donde está. A López Obrador se le puede criticar de muchas cosas, pero menos de ser tonto. En ese sentido, existe el antecedente de la propia sucesión de AMLO en la Ciudad de México en la que ya Marcelo había demostrado lo mismo que en este sexenio: ser el más inteligente, el más eficiente y el más eficaz colaborador del entonces Jefe de Gobierno. Entonces, porqué se decidió AMLO en el 2005 por Marcelo y no por otro, ¿por tonto López Obrador? No, precisamente, por lo contrario. AMLO se decide por Marcelo por inteligente y la historia valida hoy el acierto de su decisión. Además, la historia certifica que, en la decisión de AMLO al apoyar a Marcelo en esa sucesión, Ebrard fue absolutamente leal a AMLO. Como bien lo ha dicho Marcelo en esta etapa, “ANDRÉS MANUEL Y YO NUNCA NOS HEMOS TRAICIONADO”.

Tercero.- También se sostiene de manera reiterada que “AMLO quiere que sea Claudia porque la va a manejar como marioneta”. Tampoco es cierto.  En los últimos años nos ha quedado claro que el Presidente Andrés Manuel es un hombre que le fascina la historia y más la historia política. Él sabe que en la lógica del poder nadie maneja a quien llega a la silla presidencial. Y aunque, en lo personal, estimo que siempre cruza por la mente de los que detentan el poder el explorar la manera de perpetuarse o seguir ejerciéndolo después de salir del cargo, pienso que AMLO siendo inteligente, como lo considero que es, sabe bien que eso ha sido una ilusión vana y que cuando se han obstinado en el propósito de influir y seguir mandando han terminado muy mal las cosas n muchas ocasiones. AMLO sabe que el poder no se comparte y por eso lo ejerce a plenitud. Es su momento.

Cuarto.- También se dice que con el posicionamiento de Marcelo del miércoles pasado todo se quebró en Morena y que hay enfrentamiento de Ebrard con AMLO (“Andrés está muy enojado con Marcelo por lo que dijo”, se argumenta).No es cierto. No hay ruptura. Lo que sí es cierto es que el proceso de selección del candidato del partido Morena está plagado de anomalías y el dirigente de ese partido, Mario Delgado, “lo maneja con las patas”, de manera burda y torpe. Marcelo lo que hizo el miércoles pasado al exponer un posicionamiento político contundente, claro y veraz fue evitar que la dirigencia llevara al naufragio a Morena.

Marcelo dijo lo que todos vemos: Hay ilegalidad; excesos; viejas prácticas políticas de acarreo, dispendio, cargada y simulación; probable comisión de delitos federales que se persiguen de oficio, entre otras linduras. Y si todos vemos lo mismo,¿alguien podrá creer que AMLO no lo ve o que está desinformado?Entonces, además de ser Marcelo el principal afectado y la víctima de todo lo anterior e independientemente de que su postura le pueda ayudar o perjudicar en su posicionamiento rumbo a la encuesta, Marcelo se adelantó a la oposición y les quitó la “bandera política” en contra de su partido; Marcelo abrió la puerta para enmendar la legalidad del proceso interno de Morena; hay varios en el gobierno federal y en los gobiernos estatales y en el partido Morena que salen raspados y otros muy golpeados con el posicionamiento de Marcelo pero, otra vez, es Ebrard quien con su actuar le garantiza a AMLO la conducción del control pleno del proceso sucesorio.Hoy sostengo que es falsa la pregunta sobre si AMLO va a dejar pasar a Marcelo. Al tiempo.