Texas demanda a Shell por daños ambientales tras incendio en su planta de Deer Park

  • De acuerdo con el estado, el incendio masivo ocasionó la liberación de «cantidades masivas» de contaminantes en el aire y la descarga ilegal de aguas residuales

El estado de Texas presentó una demanda contra la empresa petrolera británica Shell por el incendio de su planta petroquímica y refinería ubicada cerca de Houston, alegando daños ambientales como consecuencia, ocurrido en mayo pasado.

El fiscal general de Texas presentó la demanda civil el 7 de agosto en el tribunal estatal de distrito en el condado de Travis, en nombre de la Comisión de Calidad Ambiental de Texas. La demanda busca daños monetarios no especificados superiores a un millón de dólares y otras reparaciones relacionadas con las supuestas violaciones ambientales en el sitio de Deer Park.

De acuerdo con el estado, el incendio masivo ocasionó la liberación de «cantidades masivas» de contaminantes en el aire y la descarga ilegal de aguas residuales en cuerpos de agua cercanos.

La demanda alega que durante los esfuerzos de extinción del incendio, se utilizaron grandes cantidades de agua para enfriar partes de la instalación química de Shell. Esto resultó en la descarga ilegal de al menos 68.7 millones de galones (más de 260 millones de litros) de aguas residuales en un estanque de aguas pluviales y en un canal de navegación cercano en Houston.

El estado también acusa a Shell de permitir que volúmenes adicionales no especificados de aguas residuales fluyeran a través de una instalación de tratamiento de agua en cantidades que excedían los límites permitidos.

El incendio en la planta química de Shell en Deer Park ocurrió el 5 de mayo y generó emisiones significativas de contaminantes en el aire, incluyendo humo negro y llamas. Además, se registraron descargas de aguas residuales hasta el 26 de mayo.

Shell respondió indicando que está al tanto de la demanda y no hace comentarios sobre litigios pendientes. Afirmaron que están comprometidos con la seguridad y el bienestar de los trabajadores y las comunidades cercanas a sus plantas. Además de la demanda estatal, Shell enfrenta demandas privadas en nombre de empleados y contratistas que alegan haber resultado heridos y expuestos a vapores químicos nocivos durante el incendio.

El incidente mostró las preocupaciones sobre la seguridad y el manejo ambiental en la industria petroquímica, especialmente en situaciones en las que los derrames y emisiones pueden tener consecuencias graves para la salud humana y el medio ambiente.