Si por números fuera, los Diablos Rojos del México deberían ser el principal candidato para ganar el título de la Liga Mexicana de Beisbol debido a los avasalladores números que obtuvieron en la temporada regular, pero dentro de la organización se lo toman todo con calma.
La campaña de los capitalinos fue de menos a más. Quizá las estadísticas disfracen su mal arranque, pero supieron reponerse y concluir arrebatando la etiqueta de favorito.
Al inicio de mayo cesaron al manager Juan Gabriel Castro tras un arranque de 5-9, en su lugar pusieron a Víctor Bojórquez y desde su llegada la novena solo fue en ascenso.
Tras concluir la fase regular, los Pingos obtuvieron el mejor récord de toda la liga con 55-32. El equipo terminó como campeón de bateo, más carreras anotadas, más hits, más dobles, más bases por bolas, campeón de OPB, SLG y OPS y mayor diferencial de carreras con un +177.
“El beisbol es muy impredecible, son series cortas, lo que tenemos que hacer es jugar como lo hemos venido haciendo. Nosotros nos preparamos juego a juego para dar lo mejor de nosotros y claro que estamos preparados, claro que estamos buscando un campeonato, nos sentimos favoritos, pero el beisbol es muy impredecible”, apuntó Víctor Bojórquez, manager de los Diablos Rojos.
Los Escarlatas son la novena más ganadora en toda la historia de la LMB con 16 campeonatos, pero el último data de 2014. De hecho, ese año es el último en el que aparecieron en una serie final, por lo que existe un grado de urgencia y compromiso mayor al que temporadas anteriores si se toma en cuenta la tremenda actuación en la fase regular.
“No hay que cambiar nada, los muchachos saben jugar Playoffs, saben la importancia de lo que es jugar contra Tigres. Vamos a seguir con la misma tónica que tuvimos durante la campaña”, añadió el ‘Flamingo’.
Y para abrir justamente la fase, los Diablos Rojos se van a medir nada menos que a Tigres, en una edición más de la Guerra Civil y en la que la presión aumenta por la relevancia de estos choques entre estos clásicos rivales.
