AMLO entre sordos y cínicos: Gobernadores y “Superdelegados”

“CARGADA POLÍTICA” con todo lo que significa en México; condicionamiento a los más pobres para que apoyen a una aspirante amenazándoles con ya no darles los beneficios de los programas sociales si no se suman; acarreo de personas para llenar eventos y simular popularidad; desviación de recursos públicos -materiales y humanos-; y, dispendio sin parar y a todas luces, son algunas de las prácticas contra las cuales se ha pronunciado el Primer Morenista del país, Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, son las mismas prácticas que siguen ejecutando gobernadores y gobernadoras de Morena y aliados, así como los y las “Superdelegados” de la Secretaría del Bienestar Federal y locales en todo el país para tratar de influir en la encuesta que llevará a cabo ese partido político para definir a su candidato a la presidencia de la República.

Todo lo anterior es muy delicado sin lugar a duda, pero tal vez lo más grave sea la persecución política desatada y la lealtad absoluta y plena que exigen algunos de los gobernadores y “superdelegados” mencionados. Porque en muchos casos han pasado de la “recomendación” de “alinearse” a la amenaza burda que demanda “incondicionalidad irreflexiva” hacia ell@s como personas, ni siquiera al movimiento de la 4T. Ell@s primero con sus ambiciones por delante, como “virreyes absolutos” gobernando bajo los más caducos parámetros de los peores tiempos políticos que haya vivido nuestro país y que se puede resumir en la frase: “Si no estás conmigo, estás contra mí”. 

A varios gobernadores y “superdelegados” se les olvida que fue el 10 de junio pasado, hace menos de un mes, y fue justo en San Luis Potosí en la ciudad de Tamazunchale supervisando la entrega de programas de Bienestar el presidente donde AMLO “regaño” a las y los gobernadores que se tomaron foto con Claudia Sheinbaum y difundieron su apoyo a la señora para la competencia interna. El caso es que les salió el tiro por la culata porque fueron obligados a “bajar” sus publicaciones de redes sociales y la orden vino desde la oficina de “ya saben quién”. Fue el propio AMLO quien en la Huasteca sur de nuestro estado aseguró que en su gobierno ya no es como antes, cuando toda en la sucesión presidencial era bajo dedazo, sostuvo que ya no hay tapados ni destapes y categórico dijo AMLO que ya no hay cargadas (palabra asociada a los respaldos incondicionales y al uso de las estructuras de gobierno para favorecer a aspirantes o candidatos a elección popular). En esa oportunidad, el presidente en su calidad de Líder Moral de Morena también advirtió que, cito textual, “hay algunos cercanos a Morena que están esperando las instrucciones del presidente pues están acostumbrados a que no había democracia y esperaban que les diera línea de cómo a quién apoyar”. En esa misma gira el presidente también visitó Veracruz, en donde por cierto se cometen atrocidades inverosímiles desde el palacio de gobierno de Xalapa, y ahí afirmó con contundencia que “se acabo el dedazo, el tapado, el destape, el acarreo y la cargada, así como la entrega de migajas para obtener votos”, eso dijo.

Pero tenemos un problema: Hay una bola de gobernadores y “superdelegados” sordos y cínicos que no le hacen caso a AMLO y que creen que está jugando. Tal vez su actitud se deba a que aún  no han entendido que ya estamos en otro momento del proceso de selección del coordinador de los comités de defensa de la cuarta transformación. Hasta antes de arrancar esta etapa de proselitismo de las llamadas “corcholatas” no se había dado un posicionamiento que comprometiera al vértice del poder, es decir a AMLO, pero eso ya sucedió y no lo han registrado. A lo mejor algunos de estos trogloditas políticos no se han dado cuenta de todo lo que ha hecho AMLO para cuidar el proceso sucesorio dentro de su partido (su proceso) y salir en unidad a la competencia constitucional y siguen haciendo tropelías que están minando los objetivos.

Estoy seguro de que nadie duda del poder inmenso que tiene en estos momentos el presidente Andrés Manuel López Obrador y también estoy cierto que nadie cree que AMLO sea un político ingenuo al que se le pueda engañar o intentar sorprender sin tener consecuencias graves por sus actos, más si estos van exactamente en sentido contrario de lo “sugerido” (entiéndase instruido) por el jefe de la Nación. Estamos hablando que se trata de la sucesión de AMLO y para él, como es comprensible, es un asunto de la mayor relevancia. Es un tema que está cuidando y cuidará porque es el de mayor relevancia en su agenda política y personal y que me atrevería a decir lo tiene presente las 24 horas del día los 7 días de la semana.

Los que están dinamitando el proceso interno de Morena que tanto quiere cuidar el presidente Andrés Manuel López Obrador son algunos gobernadores y gobernadoras y algunos superdelegados y superdelegadas en las entidades federativas. A los sordos y cínicos les esperan consecuencias por sus actos. Estoy seguro que AMLO no permitirá que destruyan lo que tanto le interesa. Al tiempo.