La fotógrafa peruana y residente en Miami, Celia D. Luna, arroja luz sobre las mujeres indígenas modernas de Bolivia con su serie Cholitas Bravas
Alo largo de la historia, las mujeres indígenas bolivianas han tenido una batalla cuesta arriba. Se han enfrentado a obstáculos por ser mujeres y de color, y también han tenido que luchar duro por la preservación de su cultura.
Hace tan solo 20 años, las cholitas, un nombre originalmente despectivo para las mujeres quechuas y aymaras que lucen sombreros de bombín tradicionales, faldas grandes y coloridas y trenzas largas, se enfrentaban al ostracismo en sociedades que defienden los valores blancos, católicos y europeos.
La marea ha comenzado a girar hacia las jóvenes bolivianas que orgullosamente integran su ascendencia en su vida cotidiana mientras sobresalen en sus esfuerzos personales. La fotógrafa peruana y residente en Miami, Celia D. Luna, se inspiró en sus historias y se dispuso a arrojar luz sobre ellas con su serie Cholitas Bravas.
Después de destacar a las escaladoras y luchadoras indígenas, la fotógrafa se sintió atraída por un grupo de patinadoras en la ciudad de Cochabamba. Se convirtieron en parte de un nuevo proyecto dentro de la serie Cholitas Bravas: Cholitas Skaters.
«Me fascinó que practicaran un deporte extremo que generalmente está dominado por hombres», dice Luna.
«No solo sobresalieron en el patinaje, sino que también abrazaron su cultura patinando mientras vestían su ropa tradicional. Están muy orgullosos de sus antepasados y su herencia, algo que también valoro mucho.
Fue una combinación de cultura, belleza y desafío que tuve que capturar».
Luna relató su historia desde el primer momento. Pasó su infancia inmersa en las tradiciones andinas tradicionales que informan su trabajo hasta el día de hoy mientras era criada por una madre soltera trabajadora.
La resistencia y dedicación de su madre han sido una fuente de fortaleza e inspiración para el fotógrafo a lo largo de su vida.
«Una de las cosas que más aprecié de las Cholitas Bravas es su conexión con sus madres y abuelas. Mencionaron cuánto influyeron en sus vidas y cómo los han inspirado a sentirse orgullosos de su cultura».
A lo largo de las imágenes, los colores en tonos joya de sus prendas brillan entre los tonos cálidos del skate park de Cochabamba.
Mientras que sus faldas y trenzas tienen prioridad visual mientras se balancean con el viento y sus movimientos, estas mujeres conocen muy bien su deporte.
Es encantador ver un atuendo tradicional mezclado con zapatos de patinaje dedicados, como Vans y zapatillas Adidas. Cada una de sus personalidades también brilla a través de su elección de accesorios, desde calcetines Bart Simpson hasta patinetas personalizadas.
Para este proyecto, la madre de Luna fue más que una de las fuerzas impulsoras detrás de él; También participó como asistente del fotógrafo.
«Fue muy especial compartir esta aventura con ella. A ella también le encanta viajar, así que estaba EN el momento en que le pedí que viniera conmigo. No podía ayudarme demasiado con el equipo, pero se aseguró de que me alimentaran adecuadamente todos los días»
La comida, al igual que la ropa, fue un elemento en torno al cual tanto el fotógrafo como los sujetos se reunieron para buscar nuevas ideas y celebrar su herencia.
«Antes del rodaje, nos reunimos en un restaurante donde compartimos un Piqué Macho, un plato tradicional de Cochabamba.
Fui el primero en llegar allí y fue muy agradable ver a algunos de ellos patinar al restaurante con sus polleras. Llegué a conocerlos más».
Luna se enteró de un documental en el que los patinadores están trabajando, así como de sus planes de viajar por Bolivia para enseñar a otras mujeres y niñas a patinar.
«El patinaje ha cambiado sus vidas y quieren compartir esa misma pasión con otras mujeres».
Para estar al día con la serie Cholitas Bravas de Luna y sus otros trabajos, puedes seguirla en Instagram.
Ella ofrecerá impresiones de su serie en su tienda en línea en el futuro, así que asegúrese de visitar su sitio web para cualquier actualización.
