Sus 18 años de carrera profesional y todo el sacrificio realizado valieron la pena para Laura Serrano, quien, alejada del ámbito boxístico en la actualidad, asegura que su llegada al Salón de la Fama de Boxeo Internacional es el broche de oro.
Cuando el pugilismo femenil estaba prohibido en México, La Poeta del Ring se abrió paso y fue pionera en su país, y aunque quizá no tenga el reconocimiento que merece, está feliz por su carrera.
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Ahora, como testigo de Jehová, Laura Serrano dijo que no asistirá a Canastota el día de la inducción, pero aseguró que ser elegida para el recinto de los inmortales es algo que agradece y un gran logro.
“En lo boxístico es la culminación, el cierre con broche de oro de una carrera en la que luché mucho”, dijo Laura Serrano en entrevista con medio de deportes.
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“En la que enfrenté miles de obstáculos”. Además de las pocas condiciones que había para el pugilismo femenil en México y el mundo, tuvo que luchar contra la falta de actividad, pero el boxeo era parte de su vida y luchó para abrir puertas.
“Es la puerta dorada que cierra ese recinto tan importante en el que estuvo Laura desenvolviéndose”, afirmó la ex pugilista.
“Eso es lo que representa”. Fue la primera campeona mundial mexicana, la que hizo sparring con un sinnúmero de leyendas del boxeo varonil, la que abrió puertas. Ahora será la primera latinoamericana y de su país en llegar a Canastota.
“Es un gran honor para mí ser pionera”, añadió.
“Fue algo difícil, pero independientemente de los retos y los obstáculos, problemas que en un momento dado tuve que enfrentar, tuve muchas vivencias y experiencias positivas que me permitieron ser la que abriera, la causante de que se diera legalmente la posibilidad para las mujeres de pelear en México”.