Abstinencia sexual: ¿qué es y por qué se practica? Parte 1

Se trata de un concepto que tiene un significado diferente para cada grupo poblacional

Cuando hablamos de abstinencia sexual nos referimos a no tener relaciones sexuales de ningún tipo.

No obstante, es cierto que muchas personas entienden la abstinencia como no mantener relaciones basadas en el coito.

Por lo tanto, se trata de un concepto que tiene un significado diferente para cada grupo poblacional.

Pero, ¿por qué alguien decidiría ser abstinente sexual? Pues, en ocasiones, si no se tiene pareja y no se tiene intención de mantener relaciones con alguien con quien no se tenga este vínculo, pues la abstinencia estará presente.

Otra de las circunstancias en las que se puede practicar la abstinencia sexual es por cuestiones religiosas.

A esto se le conoce como celibato y las personas que tienen estas creencias desean, por propia voluntad, mantenerse vírgenes.

La abstinencia llega hasta el punto de no masturbarse.

Por último, la abstinencia sexual puede practicarse para evitar un embarazo, contraer una enfermedad o infección de transmisión sexual (ITS) o esperar a estar preparados para perder la virginidad.

Esto es interesante para los jóvenes, pues las presiones por perder la virginidad pueden tener consecuencias si no hay cuidado.

¿Cuál es la eficacia de la abstinencia?

La eficacia de la abstinencia es muy alta si se hace bien.

En el caso de que se lleve a cabo por completo, es decir, que no se mantenga ningún tipo de contacto sexual con otras personas, las posibilidades de contraer una ITS o de atravesar un embarazo no deseado son nulas.

No obstante, ¿qué sucede cuando la abstinencia no es total y solo implica la falta de coito? En estos casos, que sí hay otro tipo de prácticas sexuales, hay que tener especial cuidado. Puede ser difícil resistirse a la penetración vaginal por parte de ambos miembros.

¿Qué se puede hacer en la abstinencia sexual?

Cuando la abstinencia sexual no es total puede haber otra serie de prácticas que permitan a una pareja disfrutar del sexo sin problemas.

Por ejemplo, el sexo anal es una buena forma de practicarlo sin que haya riesgo de embarazo.

Pero hay que tener en cuenta que sí se pueden transmitir enfermedades.

Otra práctica que se pueden llevar a cabo, aunque haya abstinencia sexual, es la masturbación. Se pueden utilizar las manos para darle placer a la otra persona.

Lo mejor de esta práctica es que no conlleva riesgos. Se trata de un método seguro.

Durante la abstinencia sexual también se pueden dar masajes sensuales, caricias, besos y cualquier otra cosa que deje espacio a la imaginación.

Por lo tanto, será decisión de cada persona decidir si será completa o parcial.