La jornada del pasado miércoles en el Masters 1.000 de París no dejó como principal imagen el enfado de Daniil Medvedev tras su derrota en segunda ronda ante el australiano Alex de Miñaur.
Un enfado que terminó con el ruso lanzando su raqueta al suelo y gritando al juez de silla español Nacho Forcadell al finalizar el partido.
Un enfado que el propio Medvedev intentó justificar en la rueda de prensa posterior al partido y señalando que Forcadell no hizo un buen partido como árbitro.
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“El juez de silla hizo un mal partido. No estaba hablando con él sobre el público. En mi opinión, el público estuvo bien, apoyando al cincuenta por ciento a cada jugador.
En mi opinión el juez de silla no hizo un buen partido, pero no quiero criticarlo.
Él ha hecho un mal partido, pero yo también puedo hacer un mal partido, por ejemplo”.
El tenista ruso también confesó que se había excedido en su reacción y que, pese a las críticas, mantiene una buena relación con Forcadell pese a lo sucedido en el encuentro de este miércoles.
Al final mi comportamiento no fue bueno, lo admito, pero en mi opinión el juez de silla tampoco hizo un buen partido.
Me llevo bien con Nacho y me gusta también cómo lo hace como juez de silla. Solo estoy hablando de lo que ha pasado hoy”.