FIN DE AÑO: Comercio en la vía pública, a sacar el Chivo Expiatorio

En nuestra ciudad cada fin de año, cuando hay mayor actividad comercial, los sectores pudientes, políticos demagogos y gobernantes pretenciosos que buscan sacar un beneficio particular, hacen sus promesas de trabajar para “regular el comercio en la vía pública”, afanándose por ganar imagen dizque “ejerciendo el imperio de la ley” y recurren a la manía facilona de denostar la actividad de los humildes comerciantes potosinos que salen a diario a vender sus modestas mercancías a calle.

Los infundios y críticas hacia los potosinos que salen a vender sus modestas mercancías en la vía pública, siempre van en el sentido de que “afean la ciudad”, que “causan competencia desleal a los comerciantes establecidos”, que son un “cáncer que se debiera eliminar”, etcétera.

Hace 30 años el gobierno municipal panista y represor de Mario Leal Campos, con la idea de salvar de la ruina a los comerciantes establecidos del Centro Histórico, por la supuesta “competencia desleal de los ambulantes” llevó a cabo la reubicación de los comerciantes de las plazas públicas del Centro con acciones represivas y cárcel a los rebeldes. Otros alcaldes, de manera fraudulenta construyeron espacios inservibles, como el llamado Tepeche, supuestamente para ubicar a los comerciantes y nunca lo hicieron.

Otros más, colocaron los llamados parquímetros para que los posibles clientes de los comercios establecidos tuvieran más lugares para estacionar sus automóviles mientras compran. Todo el ejercicio del poder para atender los reclamos de los sectores pudientes de San Luis Potosí, y presuntamente para hacer más “hermosa” la imagen de nuestra ciudad. ¿Y cuál fue el resultado? Cero. Fue imposible evitar que muchos comercios establecidos del Centro se fueran a la ruina, sobre todo, por la llegada e instalación de los grandes centros comerciales en toda la ciudad que causan verdadera competencia a los establecidos del Centro Histórico, y si le agregamos los efectos de la pandemia del Covid-19 en los dos últimos años, veremos que muchos comercios del Centro prácticamente cerraron a falta de ventas y de apoyos del gobierno federal.

Los comerciantes ambulantes nunca han sido competencia desleal contra los establecidos, más aún, sino desarrollaran su actividad en el Centro, la actividad comercial en esta zona sería muy limitada y afectaría a los propios establecidos. Pero de todos modos, en esta época de fin de año, ya se escuchan voces y la cantaleta de siempre de que “se quiten a los comerciantes ambulantes del Centro”.

Otra vez a sacar “El Chivo Expiatorio”: los ambulantes, como causa todo lo mal de la ciudad de San Luis Potosí. Hay que correrlos, aniquilarlos y apedrearlos como en los tiempos bíblicos, para enderezar todo lo negativo que se vive en la ciudad, (subrayado mío) y tener una ciudad “limpia”, “esplendorosa” y llena de progreso, pero la verdad, es que el comercio en la vía pública no se puede extinguir por decreto, mientras en nuestra entidad no existan suficientes empleos y salarios bien renumerados para los potosinos. Veamos.

Miles de potosinos se ven obligados a trabajar en el llamado empleo no formal, trabajos de los cuales no tienen ninguna prerrogativa laboral, ni seguridad social, pensiones, etcétera, y en muchas ocasiones trabajan en situaciones de mucho riesgo; al intemperie, aunque llueva, con frío o calor, y con grandes y extenuantes jornadas laborales; con tal de llevar la comida al hogar.

Según el Coneval en San Luis Potosí, del 2018 al 2022, los salarios de los potosinos aumentaron su precariedad, de 14.7% al 17.8%, sobre todo en estos momentos que la inflación llega casi al 9%, situación económica tan desastrosa que no se presentaba desde hace 20 años, “con un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema”, que en números redondos suman más de 500 mil potosinos con salarios muy miserables, por ello, en muchas familias potosinas para completar el sustento diario tiene que trabajar el papá, la mamá y los hijos mayores.

Y ocupándose en gran parte, en empleos no formales dado los bajos salarios en las fábricas. Hoy un modesto lava carros, un franelero, taxista o doméstica, gana hasta 3 veces más que un obrero de fábrica, por ello, la mayoría de los potosinos se ocupan en trabajos no formales, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en SLP, más del 60% de los potosinos (726, 094) no se ocupa en empleos formales.

Mis compañeros comerciantes antorchistas que trabajan en la vía pública, que en los últimos dos años, por los terribles efectos de la pandemia del Covid-19 dejaron de trabajar varios meses sin la posibilidad de llevar el pan a su hogar, se descapitalizaron, se enfermaron y otros, lamentablemente fallecieron; necesitan urgentemente el auxilio, el apoyo oficial por parte de las autoridades para sacar adelante su deteriorada economía, sin embargo nada de eso existe por parte de funcionarios del Ayuntamiento capitalino, dado que han provocado el desorden en el Centro Histórico al autorizar nuevos puestos en Pasaje Hidalgo, Alameda, perímetro de la Plaza de Armas y del Mercado Hidalgo, y entre otros lugares, en el Jardín de Tequis; afectando la actividad de los comerciantes establecidos y no establecidos; además ha tomado una actitud de discriminación hacia los verdaderos comerciantes del Centro que toda su vida han trabajado en ese lugar.

Espero en que en el Ayuntamiento exista mayor sensibilidad y cambie su actuar. Su labor no es de quedador de bien con sus amigos, su labor es servir y atender a todos los ciudadanos sin discriminación. Ojalá cambie, son mis mejores deseos.