Después de su regreso triunfal en Tel Aviv, Djokovic se ha dado un festín en Astaná.
La celebración. Doble 6-1 para empezar, ante un rival de cierto peligro, el chileno Cristian Garín, 81º del mundo, pero que apenas llegó a la hora de partido (1h:02).
Debut impecable, confirmando lo mostrado la semana pasada. “Veremos cómo reacciona mi cuerpo a este torneo y nos sentaremos y tomaremos una decisión con mi equipo”, señalaba Nole tras arrollar a Marin Cilic en la final.
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De momento, la inactividad, con la Laver Cup como único torneo desde su 21º Grand Slam, en Wimbledon, parece no pasarle factura, como sí pudo hacer a principios de temporada.
Después de su exhibición en octavos, buscará avanzar ante el neerlandés Botic Van de Zandschulp (34º).
En unas hipotéticas semifinales, podría cruzarse con el único español que se mantiene en pie en el torneo, un Roberto Bautista que, tras superar al ruso Pavel Kotov (6-1 y 7-6 en 1h:36), procedente de la previa y verdugo de Alejandro Davidovich, ya espera rival en cuartos, con Daniil Medvedev, que ejerce como primer favorito tras la caída de Carlos Alcaraz, como opción más factible (juega contra Ruusuvuori).
Esta temporada, cuando ha estado en plenitud de condiciones físicas, el castellonense se ha sentido muy poderoso sobre la pista.
En Kazajistán, lo está demostrando.
Tuvo que afrontar uno de los debuts más complicados del torneo, frente al canadiense Félix Auger-Aliassime, octavo cabeza de serie, y lo superó con cierta facilidad (6-4 y 7-6).
Frente a Kotov (103º), historia similar.
Otra vez, con sobriedad para decidir en el tie-break (7-5), pero en un contexto muy distinto, frente a un rival al que no se había enfrentado en ninguna ocasión y que, tras un primer set muy plácido, empezaba a amenazar.
Contra primeras espadas o ante lo desconocido, el español, como defensor de la Armada, apunta hacia arriba. Djokovic, por su parte, tras uno de esos partidos tan suyos, que sólo pueden analizarse desde la superioridad absoluta, ya parte desde lo más alto.
En su agenda, están el Masters 1.000 de París y las ATP Finals de Turín, que aún debe confirmar. Va hacia ellas de cabeza.