Desde la Segunda Guerra Mundial, ningún conflicto entre Estados había tenido lugar tan cerca de Oslo y Estocolmo, las dos apacibles capitales en las que se atribuyen los famosos galardones filantrópicos
La entrega de Premios Nobel suele ser una ocasión de celebrar la paz y a los benefactores de la humanidad, pero este año tendrá lugar, a partir del lunes, con el conflicto de Ucrania causando estragos en el corazón del Viejo Continente.
Desde la Segunda Guerra Mundial, ningún conflicto entre Estados había tenido lugar tan cerca de Oslo y Estocolmo, las dos apacibles capitales en las que se atribuyen los famosos galardones filantrópicos (de medicina, física, química, literatura y paz) desde hace más de 120 años, además del reciente premio de economía.
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El Nobel de la Paz, que se atribuirá el 7 de octubre y que suele ser uno de los más comentados, tendrá un eco particular este año, según los expertos.
“Lo más probable es un premio que vaya en apoyo de las instituciones que recaban información sobre crímenes de guerra”, declaró el profesor sueco Peter Wallensteen, especialista en cuestiones internacionales.
El periodo para presentar nominaciones (este año hubo 343) terminó el 31 de enero, antes de que empezara la invasión de Ucrania, pero los cinco miembros del comité Nobel están autorizados a incluir nombres en la lista durante su primera reunión, que tuvo lugar a finales de febrero.
¿Un premio anti Putin?
“Algunos piensan que no atribuir el premio sería el mensaje más fuerte sobre la situación de los asuntos internacionales”, comentó Wallensteen.
El comité Nobel noruego, el jurado que decide quién gana el premio Nobel de la Paz, puede dejar ese puesto vacante si considera que nadie es digno de recibirlo, algo que hizo por última vez hace 50 años.
Un posible premio anti Vladimir Putin podría recaer en el opositor ruso encarcelado Alexéi Navalni, o en la opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya.
El año pasado, el galardón fue atribuido a una de las bestias negras del presidente ruso, el periodista Dmitri Muratov, que lo recibió junto a su colega filipina Maria Ressa. El galardón pretendía ensalzar la libertad de prensa.
Según los pronósticos, este año el premio también podría ser otorgado a la organización anticorrupción Transparency International, a la activista sueca contra el cambio climático Greta Thunberg o a otras figuras destacadas de la defensa del medio ambiente como la sudanesa Nisreen Elsaim o el ghanés Chibeze Ezekiel, así como al naturalista británico David Attenborough.
Si bien hay una “crisis de seguridad mundial”, con Ucrania pero también con Taiwán, “quizá haya llegado el momento de que el comité se enfoque en la crisis medioambiental”, consideró por su parte Dan Smith, director del Instituto Internacional de Investigación sobre la Paz de Estocolmo.