El serbio se clasificó a la tercera ronda tras vencer al eslovaco Alex Molcan por 6-2, 6-3 y 7-6 (7/4). Por su parte, el alemán salvó un “match ball”
El serbio Novak Djokovic, número uno mundial, se clasificó para la tercera ronda de Roland Garros tras imponerse en tres sets al eslovaco Alex Molcan (número 38) por 6-2, 6-3 y 7-6 (7/4), en París.
El vigente campeón de Roland Garros alcanza la tercera ronda, en la que jugará contra el esloveno Aljaz Bedene (N.195) sin haber cedido un solo set en los primeros dos partidos.
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No obstante, Molcan, entrenado ahora por Marian Vajda, el entrenador de toda la vida de Djokovic hasta hace poco, dio más problemas a ‘Nole’ de lo que hizo el japonés Yoshihito Nishioka en el debut.
Pese a que Molcan fue capaz de llevar al serbio al ‘tie break’ en el tercer set, Djokovic nunca sufrió por la victoria, gracias a sus 10 ‘aces’ y 40 golpes ganadores.
ZVEREV SALVA UN ‘MATCH BALL’
El alemán Alexander Zverev (número tres) levantó una pelota de partido frente al tenista argentino Sebastián Báez (número 36) para acabar ganando el partido por 2-6, 4-6, 6-1, 6-2 y 7-5, y clasificarse para tercera ronda en Roland Garros.
Semifinalista el año pasado en la arcilla de París, el tenista germano se enfrentará en tercera ronda al estadunidense Brandon Nakashima (N.75).
El joven Báez, 21 años, demostró que se encuentra en un gran momento de forma fue cuartofinalista en Lyon la semana pasada, perdiendo ante el posterior campeón, el británico Cameron Norrie y rompió el servicio de Zverev en el primer juego del partido y repitió en el quinto para cerrar el primer set en 35 minutos.
Báez siguió restando muy bien en el segundo parcial y tras otros dos ‘breaks‘ se colocó 0-4, para acabar apuntándose el parcial pese a la reacción de Zverev.
Contra las cuerdas, Zverev reaccionó y con un gran servicio igualó el partido apuntándose los dos siguientes sets sin ceder un ‘break’.
Todo parecía entrar en orden para el alemán, pero Báez no había dicho su última palabra: en el 10º juego, con 4-5 a su favor y servicio para el alemán, el argentino tuvo una pelota para cerrar el partido, pero la desaprovechó.
Un error que acabaría pagando caro ante un rival de la calidad de Zverev, que logró el ‘break’ en el juego siguiente y cerró con su servicio el partido en la primera oportunidad que tuvo tras 3:36 minutos de lucha encarnizada.