Celestún, espera allí donde el aire comienza a volverse caribeño.
Manglares que se creen viñas, rías sin fin y millares de flamencos caribeños hacen de este escenario la excusa perfecta para cruzar el charco.
En esta esquina de la península de Yucatán, un gradiente infinito de rojos y rosas decora cielos, aguas y aves para deleite de los sentidos. Paraísos podrá haber muchos; pero paraísos rosados, solo en Celestún.
Podrás practicar kayaks en los manglares de Dzinitún, área protegida por albergar aves que se reproducen allí y que provienen de varias partes, como los patos que en marzo y diciembre viajan desde Canadá.
Celestún es ahora uno de los más importantes puertos de Yucatán. Podrás realizar paseos en lancha por el estero desde el embarcadero o en la misma orilla de la playa; en este último caso, los pescadores ofrecen el servicio.
También hay muy buena oferta gastronómica. Si vas en grupo, varias agencias de viaje organizan tours desde Mérida.
El trayecto dura hora y media. También hay líneas de taxis que pueden llevarte hasta Celestún.
