Cárteles de Jalisco y Sinaloa hicieron alianzas con ‘Otoniel’, líder del Clan del Golfo

Cárteles de Jalisco y Sinaloa hicieron alianzas con 'Otoniel', líder del Clan del Golfo

Otoniel, líder del Clan del Golfo, que recientemente fue detenido en Colombia, tenía nexos con los cárteles de Jalisco y de Sinaloa en México, a los cuales les distribuía cocaína, revelaron autoridades colombianas.

El general Jorge Luis Vargas indicó que emisarios de los cárteles mexicanos ingresan a Colombia por la región de Urabá para contactar con sublíderes del Clan del Golfo para asegurar embarques de clorhidrato de cocaína principalmente hacia Bélgica y Centroamérica, mediante la modalidad de contaminación de contenedores. Incluso, dijo, pagan una suerte de ‘impuesto’ a la organización criminal para llevar el alcaloide hacia el exterior.

Agregó que el cártel encabezado por Dairo Antonio Úsuga tenía una red de tráfico de drogas con presencia en 28 países en los que realizó alianzas, no sólo en México, sino también en Italia y en los Balcanes.

«Cinco mafias y carteles internacionales son los principales con los que trafica el Clan del Golfo”, dijo el jefe de la policía colombiana en conferencia de prensa. Al presentar un mapa con los «tentáculos» y «rutas» de la organización que comandaba Otoniel, detalló que en Europa el cártel colombiano se alió con las mafias calabresa y siciliana y narcotraficantes de los Balcanes, que a su vez surten de cocaína a países asiáticos y de Medio Oriente.

Bajo el mando de Otoniel, la organización exportaba mensualmente 20 toneladas de cocaína que alcanzaban un valor de unos 26 millones de dólares.

Colombia le asestó el mayor golpe con la detención de su máximo cabecilla, un exguerrillero de origen campesino que también combatió junto a los paramilitares -enemigos acérrimos de los rebeldes- para luego convertirse en el mayor capo de la droga en este siglo, según la policía.

Otoniel, de 50 años, fue detenido durante una operación militar y policial en las selvas que limitan con Panamá, en el noroeste del país, donde el Clan del Golfo concentró el grueso de sus operaciones.

Recluido en una cárcel de Bogotá, espera su extradición a Estados Unidos, que ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares por su ubicación.

La captura de Otoniel puso fin a siete años de una intensa cacería que permitió afectar sus finanzas y detener o abatir a varios de sus familiares y lugartenientes, según el general Vargas.

Desde 2015 las autoridades incautaron al Clan del Golfo 450 toneladas de cocaína y arrestaron a 31 dirigentes con fines de extradición a Estados Unidos. Al perder a su máximo jefe, la organización «muy seguramente» pasará por «una atomización», comentó el oficial.

Los otros mandos «están separados en estructuras» que operan en regiones de la costa Caribe y el noroeste del país, por lo que las autoridades se enfocarán en ir tras los pasos de Chiquito Malo, Siopas, Gonzalito y Rodrigo Flechas.