El reforzamiento del grupo insurgente en estos momentos no es mera coincidencia, pues revela la ayuda encubierta que le provee Washington
Las operaciones militares realizadas por el Ejército de Afganistán contra los miembros del grupo armado Talibán dejan 579 muertos y 161 heridos en un día.
Según informa el Ministerio de Defensa de Afganistán en Twitter, 579 miembros del grupo Talibán han muerto y otros 161 han resultado heridos durante las últimas 24 horas durante el combate con las Fuerzas de Seguridad y Defensa Nacional (ANDSF, por sus siglas en inglés) en distintas zonas del país.
Los choques ocurrieron en las provincias de Herat (oeste), Paktika (sureste), Kandahar (sur), Jowzjan, Samangan (norte), Helmand (sur), Jost, Nangarhar (este), y Takhar (noreste), tal y como indica la Cartera.
También, detalla que al menos 45 talibanes, incluidos tres vinculados a Al-Qaeda, perdieron la vida en ataques aéreos realizados la noche del sábado en las afueras de Lashkar Gah, la capital de Helmand. Entre los fallecidos figura un cabecilla de Talibán, Maulvi Hijrat. Recientemente, los talibanes han tomado áreas fronterizas con cinco países —Irán, Tayikistán, Turkmenistán, China y Paquistán— en paralelo a la retirada de las tropas de EE.UU., país que, a la cabeza de sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), invadió el territorio afgano en 2001, con el pretexto de luchar contra el terrorismo y deponer a Talibán.
Conforme a varios expertos y observadores, el reforzamiento del grupo insurgente en estos momentos no es mera coincidencia, pues revela la ayuda encubierta que le provee Washington y constituye una clara evidencia de que Estados Unidos pretende legitimar su presencia en la región.
