El Fondo de Cultura Económica lanzó cuatro obras conmemorativas del “Gran Cocodrilo”, con motivo de los festejos por su centenario
Integral, divertido, con un enorme sentido del humor y de la ironía, un poeta que seducirá a las nuevas generaciones y un escritor al que apenas estamos comenzando a descubrir, son algunas de las ideas que anoche amigos, estudiosos, lectores, editores y familiares, dedicaron a la obra y la figura del poeta Efraín Huerta, de quien México conmemora el Centenario de su natalicio.
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Las cuatro obras conmemorativas que anoche lanzó el Fondo de Cultura Económica del “Gran Cocodrilo”, son la reedición de Poesía completa a cargo de Martí Soler con prólogo de David Huerta, hijo del poeta; Efraín Huerta. Iconografía, realizada por Emiliano Delgadillo; El otro Efraín. Antología prosística, con edición y selección de Carlos Ulises Mata; y El Gran Cocodrilo en treinta poemínimos ilustrado por Dr. Alderete.
Durante el evento que consideraron el más importante del programa por el centenario del nacimiento de Efraín Huerta, cuyas actividades continuarán la próxima semana, David Huerta confirmó que Efraín fue un poeta integral, un poeta con variedad de registros y con tantos intereses que incluso escribió de Estados Unidos desde Estados Unidos; pues a pesar de que era un hombre con una conciencia social de izquierda y gran militante, fue admirador de la música y la literatura de ese país.
David Huerta, agradeció a todas las instituciones y a sus hermanas: Andrea Mireya, Eugenia y Raquel; y agradeció también los comentarios de todos los que se dieron cita anoche: Eduardo Vázquez Martí, secretario de Cultura del DF; Julio Trujillo, en representación de la Dirección General de Publicaciones de Conaculta y a los autores y editores de las cuatro obras que ya están al alcance de los lectores.
Julio Trujillo aseguró que es momento de sacudir a Efraín Huerta de ciertas etiquetas como el que era calificado de “Autor de la pachanga, el desmadre y la ocurrencia” pues tiene libros fundamentales y creó un género: los poemínimos, que no se parecen a ninguno. Eduardo Vazquez Martí celebró a Efraín como un poeta de la ciudad y porque nos legó se declaración de amor y de odio.
Emiliano Delgadillo, el más joven y el más conocedor de los estudiosos de la obra de Efraín Huerta dijo que a través de estos cuatro libros, incluida la “Iconografía”, nacida de los archivos familiares “vamos a poder descubrir a este Efraín, un poeta que fue un hombre íntegro, en el que se reunieron todas las virtudes; porque él nunca se fragmento, siempre reunió al padre de familia y al escritor”.