Smartphones dan kilos de más; estimulan apetito de usuarios

Los motivos de la obesidad se basan principalmente en malos hábitos alimenticios, aunque también cuenta cierta predisposición genética. No obstante, un nuevo estudio agrega una tercera causa a este problema que afecta a personas en todo el mundo: el uso de aparatos electrónicos como computadoras portátiles y teléfonos inteligentes.
De esta manera, un nuevo estudio realizado en Estados Unidos reveló que el uso de laptops y smartphones por la noche puede causar que las personas presenten una tendencia a aumentar de peso. Así, la exposición a la luz azul tíìca de los aparatos electrónicos y luces de ahorro de energía pueden llevar a que las personas expuestas a estas emisiones ganen algunos kilos.
El estudio indica que la exposición a la luz azul, ya sea antes o después a la cena aumenta el hambre y altera el metabolismo. Los investigadores encontraron que los efectos que se inician 15 minutos después de la aparición de la luz persisten hasta dos horas después de ingerir los alimentos. De igual manera, la exposición a la luz azul también interfirió con la calidad del sueño y aumento de la resistencia a la insulina, publicó la revista Sleep.
El estudio encontró un vínculo entre la exposición a la luz azul y el aumento del hambre. Los investigadores estadounidenses llegaron a la conclusión de que esta luz incrementa el nivel del hambre durante varias horas, lo que significa que tendemos a comer más y nos volvemos más propensos a ganar peso, dio a conocer The Daily Mail. Los resultados del estudio demuestran que la exposición a la luz azul enriquecida, en comparación con la exposición a la luz tenue, se asocia con un incremento del apetito que comienza 15 minutos después del inicio de la luz y tiene lugar incluso después de comer.
Ivy Cheung y sus colegas de la Universidad de Northwestern (UNW) analizaron los efectos de luces tenues y azules en 10 individuos sanos con una alimentación regular y hábitos de sueño regulares. Durante el estudio de cuatro días, los participantes tomaron comidas hipocalóricas ricas en carbohidratos y fueron expuestos tanto a luz de penumbra como a la iluminación azul.