El portavoz arquidiocesano Juan Jesús Priego Rivera rechazó los constantes señalamien-tos que se han formulado en su contra en diversos medios de comunicación, en los que se le califica como encubridor del ahora ex sacerdote Eduardo Córdova Bautista.
Indicó que en diversos momentos, al responder a cuestionamientos sobre la estancia de Córdova Bautista, se limitó a proporcionar la información de que disponía. Esto porque afirmaba que el ex sacerdote se mantenía recluido en su casa en espera de conocer a sus acusadores; también dijo que en algún momento se encontraba en su despacho de apoderado legal y, posteriormente acudió a una figura al asegurar que se encontraba “en algún punto de la ciudad”.
Dijo que ha sido objeto de señalamientos, algunos muy agresivos, por parte de los medios de comunicación, pero insistió en que no encubría a Córdova Bautista. “Me limité a ofrecer la información de que disponía, sin dolo alguno”.
Por su parte, el Vicario General de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Benjamín Moreno Aguirre, dijo que previo al comunicado en el que se fijó la postura de la diócesis (el domingo pasado) el arzobispo habría limitado a Córdova Bautista en el ejercicio de su ministerio sacerdotal a oficiar de manera privada en asilos y orfanatos, en tanto que se verificaba el proceso canónico instruido en su contra en la ciudad de Roma.
Se preguntó si la arquidió-cesis tenía o, no conocimiento de la estancia de Córdova en San Luis Potosí, y al no ofrecer una respuesta, el abogado Armando Martínez Gómez dijo que en la arquidiócesis no tienen la fecha precisa en la que Eduardo Córdova desapareció porque dijo: simplemente desapareció y no ha respondido a los llamamientos que le ha formulado el arzobispo Cabrero Romero, quien reconoció que sostuvo una reunión en la que Córdova Bautista le habría manifestado su inocencia.
Benjamín Moreno Aguirre, el Vicario General insistió en que desde que recibieran la respuesta del Tribunal instalado por el Estado Vaticano, en el mes de febrero, el arzobispo suspende el ministerio del sacerdote y lo relega a la celebración “de modo privado”; y a partir del domingo pasado (25 de mayo) se le suspende de la totalidad de sus funciones y atribuciones ministeriales.
Se preguntó a Juan Jesús Priego Rivera sobre el significado de la acusación pública de las víctimas y sus representantes, a los tres arzobispos, en la medida en que se puede presumir un ajuste entre los grupos que los demandas o entre los jerarcas católicos, eméritos y en funciones. Priego remitió la pregunta formulada tras la conferencia al abogado Martínez Gómez quien declinó a responderla, argumentando que se trata de especulaciones y que la arquidiócesis se sujetará sólo a la verdad jurídica que reside en la demanda contra Córdova por un caso concreto, registrado en 2012.
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