La Volpe se defiende y ‘balconea’ a las Chivas

Los ojos rojos y el rostro desencajado. Ricardo Antonio La Volpe asegura que atraviesa por uno de los peores episodios de su vida. Pero da la cara, para negar las acusaciones en su contra por un presunto acoso sexual contra la podóloga de Chivas.

Habla primero el abogado Claudio Pérez de Celis. Asegura que hasta el momento, su defendido no ha recibido ningún citatorio ni nada que tenga que ver con la denuncia presentada ante la Fiscalía del Estado de Jalisco la noche del miércoles. Carecen de notificación alguna de este caso que propició el despido del argentino.

“Creo que no se puede reconocer algo que uno nunca ha hecho. De entrada, se niegan rotundamente todos los hechos que nos hemos impuesto [sic] a través de los medios de comunicación. Sin embargo, queremos saber de qué se trata. La persona que presenta la denuncia tendrá los elementos probatorios, porque yo creo que cuando dice [Jorge Vergara, dueño del Guadalajara] que el señor Ricardo La Volpe reconoció, yo pregunto ¿ante quién, cómo, por escrito o a quién se lo dijo?”, cuestiona el abogado.

“Ustedes conocen la vida y trayectoria de Ricardo… Podrá ser muy ‘geniudo’, pero no es delincuente. Nunca ha estado involucrado en un delito, en una demanda y si el señor Vergara conoce un delito, ¿por qué no lo fue a denunciar? O bien, si él lo conoce y lo fue a denunciar, él sí está cometiendo un ilícito, porque debe guardar secrecía sobre cualquier delito que denuncie”.

La Volpe toma la palabra. Su cara demuestra lo difícil de la situación. “Esto debe ser el peor momento de mi vida, sin ninguna duda… Jamás tuve un pleito, jamás tuve que ir a reclamar un contrato, ni nada por el estilo. Juicios nunca tuve, nada de eso, gracias a Dios”, dice el técnico.

Reconoce, eso sí, un fuerte reclamo contra la podóloga del equipo, por realizar actividades profesionales con los futbolistas que no correspondían a sus funciones.

“Otro rumor que no podía permitir: que la podóloga hace masajes. A ver, ¿podóloga? Las uñas, los pies, masaje, no. En mi manera de reclamar, en mi manera de encarar, quizá me exalté. Fui a verla por supuesto, comprobé que sí da masajes, no a donde ustedes pueden pensar, eso es una barbaridad, pero sí en la rodilla. Vi que usaba pomada árnica, que todos sabemos es para las articulaciones, para desinflamar y le dije: ‘Esto yo no lo voy a permitir y te reclamo que esto nunca va a pasar acá’”, revela.

“Con el señor Vergara no hablé. Me extraña que como jefe mío, no venga y diga qué pasó. Es lo mínimo que hubiera esperado… De verdad no entiendo de dónde saca eso, si yo no hablé nunca con él”, agrega La Volpe.

Asegura que sólo una vez estuvo con ella y niega también cualquier agresión física. “No la fui a ver, fui a reclamar, a comprobar comentarios. Fui a ver detalles, lo vi y le reclamé. No sé si mal, bien o con qué palabras. Sí yo sé que soy duro. El día que ella dice, claro que fui, por supuesto fui a ver si pasaba la árnica. Fue la única vez que la vi. Si la veo en la calle, no la conozco. Moretones… están inventando, por eso voy a terminar con esto. Gracias a Dios hay justicia, lo llevarán a la justicia y veremos detalles”, sentencia el argentino.

Finalmente, lamenta el daño que le han ocasionado. “Es una cuestión de familia, de haber ensuciado algo que me van a tener que comprobar, probar ante la justicia”, asegura La Volpe.

Antes de retirarse, recibe la última pregunta: ¿Cómo han sido las últimas 20 horas para ti? Ricardo Antonio lo medita un segundo. Levanta la mirada. “Llorando”, dice. Y enseguida, se levanta. Se marcha. Y mientras abandona el salón, las lágrimas aparecen.