El barcelonismo dio último adiós a Vilanova

Socios azulgranas, aficionados al futbol, representantes del mundo político y deportivo así como la Junta Directiva y la plantilla del Barcelona, dieron el último adiós a Francesc «Tito» Vilanova, que falleció ayer a los 45 años, en una jornada triste en la que el Camp Nou se vistió de luto para despedir a su ex entrenador.
El Barcelona preparó un homenaje en los alrededores y en el interior de su estadio, en el que seis mil 700 personas, según las cifras oficiales a las 14:00 horas (locales), despidieron al que fuera entrenador la temporada pasada del equipo azulgrana, que falleció después de luchar en los últimos meses contra un cáncer.
La explanada principal Camp Nou se convortió en el punto de encuentro donde los asistentes depositaron ofrendas florales, mientras que dentro del estadio, en la zona de la tribuna, estamparon su firma antes de guardar silencio ante una inmensa fotografía de Vilanova correspondiente a un partido en el Camp Nou.
La entidad azulgrana recibió a socios y aficionados con las banderas a media asta, en un Camp Nou donde en la entrada de la tribuna fue colocada una gran pancarta con el mensaje «Tito. Per sempre etern’ (‘Tito. Eterno para siempre’).
Debajo de la misma, el club realizó una ofrenda de cien rosas en referencia a la Liga de cien puntos que la temporada pasada conquistó el primer equipo. Asimismo, en el césped del templo azulgrana se mostró un inmenso crespón negro en el círculo central.
Las puertas del Camp Nou se abrieron antes de las 9:00 horas, donde ya docenas de socios y aficionados esperaron pacientemente. Los primeros en homenajear la figura de Vilanova fueron los futbolistas de la primera plantilla que se reunieron para firmar el libro de condolencias, igual que los directivos, y se acercaron juntos a la fotografía de Vilanova para guardar un minuto de silencio, ante la presencia de numerosos informadores.
El Capitán Carles Puyol, que encabezó la comitiva, fue el portavoz de la primera plantilla y admitió que «el vestuario está muy tocado» por la muerte del que fuera su entrenador en la temporada 2012-2013.
«Él (Vilanova) ha sido un ejemplo para todos nosotros. Nunca ha bajado los brazos y ha luchado hasta el último día. Ha sido un camino muy duro y hemos intentado ayudarlo en todo lo que hemos podido».
Tras la presencia de los futbolistas del primer equipo, el homenaje de socios, «peñistas» y simpatizantes azulgranas, así como aficionados al futbol y representantes de instituciones políticas y deportivas, ha sido constante.