Examen general de orina avisa de posibles enfermedades

Es la evaluación física, química y microscópica de la orina (fluido amarillento, de olor característico, que es secretado por los riñones y eliminado por el aparato urinario) a través de diferentes estudios que permiten detectar y medir la presencia de diversos compuestos.
Examen general de orina
Gracias al examen general de orina es posible encontrar microorganismos infecciosos y sustancias tóxicas, pero también se puede evaluar el funcionamiento renal (de los riñones), nivel de glucosa (azúcar) y otros problemas del metabolismo (procesos fisicoquímicos que realiza el organismo para obtener energía y mantener adecuado desempeño).
¿Para qué sirve el examen general de orina?
El análisis de orina es una de las pruebas de laboratorio más solicitadas por el médico:
A fin de diagnosticar infecciones urinarias.
Como parte de un examen médico de rutina, ya que permite detectar los signos iniciales de diversas afecciones.
Cuando la persona presenta manifestaciones de enfermedad renal o diabetes (elevada concentración de glucosa en sangre debido a la incapacidad del organismo para aprovecharla), o bien, para vigilar los resultados del tratamiento encaminado a atender tales padecimientos.
Para confirmar hematuria o sangre en la orina, lo que puede deberse a afecciones en la vejiga, riñones o próstata.
¿En qué consiste el análisis de orina?
El punto de partida es la obtención de una muestra de orina, misma que, según las necesidades del caso, puede ser de dos tipos:
Toma limpia de orina. Es la más común; consiste en seleccionar parte de la primera muestra de la mañana, evitando el ingreso de gérmenes de la vagina o el pene.
Volumen urinario en 24 horas. Permite medir la cantidad y cualidades del fluido generado a lo largo de un día.
Una vez que se recolecta, la muestra se envía al laboratorio, donde se examinan tres puntos básicos:
Color, olor y aspecto físico. Este apartado hace referencia a la apariencia que tiene el fluido, es decir, se puntualiza si es pálido, amarillo claro u oscuro, o bien, si es translúcido o turbio, y cuál es su aroma.
Estas apreciaciones se complementan con una prueba de gravedad específica para saber qué tan diluida o concentrada está.
Apariencia microscópica. La muestra se examina bajo un microscopio para buscar células, cristales urinarios, mucosidad y otras sustancias, así como para identificar bacterias o microor-ganismos que pudieran estar presentes.
Apariencia química. Se evalúan sustancias posiblemente contenidas en la orina con ayuda de tiras especiales (reactivas), las cuales tienen pequeñas almohadillas de químicos que cambian de color cuando entran en contacto con los compuestos que interesa analizar.
Preparación del paciente para examen general de orina
Debido a que algunos medicamentos cambian el color de la orina, el experto suele solicitar que se suspenda su administración momentáneamente, a fin de evitar alteraciones en el resultado.
Es importante señalar que para la obtención de orina se deben seguir ciertos pasos, según el tipo de muestra a obtener:
a) Toma de orina limpia:
Se necesita que la muestra haya estado en la vejiga durante 2 ó 3 horas, o bien, que se recolecte la primera micción de la mañana. La persona debe lavarse muy bien las manos con agua y jabón. Asimismo, será necesario el uso de un recipiente estéril con tapa para recoger el fluido, y seguir ciertos pasos.
Niñas y mujeres:
Se deben mantener los labios vaginales separados; a continuación, hay que orinar cantidad pequeña en el inodoro e inmediatamente detener el flujo de orina.
Se sostiene el envase recolector a unos cuantos centímetros de la uretra, y se reanudará la micción hasta que el contenido esté aproximadamente a la mitad, o se consiga la cantidad de orina indicada por el médico.
El flujo se detiene nuevamente, se cierra el recipiente y se termina de orinar en el inodoro.
Niños y hombres:
Si el pene no está circuncidado, se deberá retraer el prepucio.
A continuación, se orina cantidad pequeña en el inodoro y luego se retiene el flujo.
Se toma el recipiente estéril y se continúa la micción para recolectar la muestra, aproximadamente a la mitad del contenedor o hasta donde haya indicado el médico.
Se interrumpe de nuevo el flujo, se cierra el envase y se termina de orinar en el inodoro.
Bebés:
El procedimiento es igual al de la toma de 24 horas: luego de asear la zona genital, se utiliza bolsa colectora especial con cinta adhesiva en un extremo; en los niños debe introducirse el pene dentro de la abertura, en tanto que en las niñas ésta se ubica sobre los labios mayores. Luego se pone el pañal sobre la bolsa asegurada y, una vez que se tiene el fluido, se vacía en el contenedor.
b) Volumen urinario en 24 horas:
El primer día, luego de despertar, se emite la orina en el inodoro (no se toma para el estudio).
Después, se recolecta toda la orina posterior en un envase especial, durante las siguientes 24 horas.
Esto implica que, en un segundo día, sí se orine en el recipiente al levantarse por la mañana, concluyendo así la toma de la muestra.Durante el proceso de recolección, el recipiente debe permanecer tapado en lugar fresco o en el refrigerador.