
Cuando todo parecía perdido, los Leones Negros sacaron la garra, el corazón y una dosis de heroísmo que ya forma parte de la historia del futbol tapatío.
Con dos hombres menos, un marcador adverso de 2-0 en el global y el sol del mediodía cayendo sobre el Estadio Jalisco, la Universidad de Guadalajara se levantó de entre los escombros y venció 2-0 al Atlético Morelia, logrando su boleto a la gran final del Clausura 2025 de la Liga de Expansión gracias a su mejor posición en la tabla.
El partido empezó con tensión y nervios. Los locales sabían que necesitaban ganar por dos goles, pero Morelia cerró espacios y pareció tener todo bajo control. Encima, al minuto 38, Ulises Torres vio la tarjeta roja por cortar un contragolpe como último hombre. Todo pintaba para tragedia en la casa de los Melenudos.
Pero Alfonso Sosa no se resignó. Hizo ajustes, renovó el ánimo y mandó al equipo a pelear. La respuesta fue inmediata: al 54’, Alejandro Bravo cobró un tiro libre con maestría y colocó el balón en el ángulo para el 1-0.
EL ESTADIO ESTALLÓ, Y CON ESE GRITO COMENZÓ LA REMONTADA
Cinco minutos después, Edson Torres cayó dentro del área y el árbitro no dudó: penal para los Leones. Jesús Alberto Ocejo, goleador del torneo, tomó el balón con frialdad y lo mandó al fondo para el 2-0. Global empatado. Clasificación en mano.
Y entonces, más drama: Joel Pérez se fue expulsado al 83’ dejando a los Leones con solo nueve jugadores. A partir de ahí, cada minuto fue una batalla. Morelia intentó, empujó, forzó, pero no encontró el gol. Felipe López y una defensa heroica resistieron hasta el silbatazo final.
Leones Negros jugará la gran final en casa, en un Estadio Jalisco que promete llenarse de sueños. La UdeG buscará un título que le ha sido esquivo por años. El rival saldrá del duelo entre Mineros y Jaiba Brava. Pero lo cierto es que, hoy, el corazón universitario ya ganó una de sus batallas más inolvidables.