El papa estadounidense marca la diferencia desde su elección con decisiones inéditas y un estilo de liderazgo distinto al de sus predecesores.
Desde su elección, el papa León XIV ha adoptado un estilo distinto al de sus antecesores, destacándose por su uso del latín, su preferencia por los ritos cantados y su retorno a ciertas tradiciones, como el uso del furgón negro. Estos son algunos de los signos más destacados de su pontificado:
León XIV sorprendió a los fieles al cantar el rezo del ‘Regina Coeli’, una tradición agustiniana que simboliza la oración profunda. El papa enfatizó en su primer mensaje que “quien canta, ora dos veces”, siguiendo los principios de su orden.
El escudo de León XIV combina las llaves de San Pedro y la triple tiara papal. Destacan dos símbolos: una flor de lis blanca (símbolo de María) y un corazón atravesado por una flecha sobre un libro cerrado, aludiendo a la conversión de San Agustín, quien expresó: “Has traspasado mi corazón con tu palabra
El lema de León XIV, «In illo uno, unum» (En Aquel que es Uno, somos Uno), extraído del Salmo 127, resalta la unidad y la diversidad del cristianismo, en un claro eco de la visión de San Agustín.
A diferencia de su predecesor Francisco, que limitó el uso del latín en la misa, León XIV ha recitado oraciones y partes de la liturgia en este idioma tradicional. Esta práctica resalta su compromiso con la tradición y el dogma.
León XIV se distingue por un estilo menos popular y más formal que el de Francisco, que se caracterizaba por su cercanía. El papa estadounidense ha optado por despedidas más sobrias y un tono solemne.
El nuevo papa viste el hábito talar blanco, pero se ha mostrado con la muceta roja en su primera aparición. A diferencia de Francisco, aún no ha usado los emblemáticos zapatos rojos papales.
León XIV es un papa políglota, utilizando inglés, italiano y español en sus primeras apariciones. Este último idioma tiene un significado personal para él debido a sus años de servicio en las misiones de Perú.
El papa ha optado por un furgón negro para sus traslados en lugar del pequeño utilitario que usaba Francisco, subrayando su preferencia por la seguridad y el simbolismo de un vehículo más robusto.
A diferencia de Francisco, quien utilizaba una cruz de plata con el Buen Pastor, León XIV ha mostrado varias cruces pectorales, algunas de las cuales contienen reliquias de figuras clave como San Agustín y Santo Tomás de Villanueva.
El nuevo pontífice también ha mostrado un toque de ironía en sus intervenciones. Tras su elección, cuando una niña le pidió un autógrafo, bromeó sobre tener que «ensayar» su firma. También se mostró autoirónico al reconocer que aún está aprendiendo sobre el protocolo papal.
Con estos signos iniciales, León XIV está marcando su propio camino en la historia de la Iglesia, combinando tradición con un estilo más reservado y una cercanía personal que probablemente definirá su pontificado.
