Putin propone diálogo el 15 de mayo en Estambul, pero Zelenski condiciona a un alto al fuego previo de un mes.

El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó este domingo la reanudación de los ataques en Ucrania, horas después de que concluyera la tregua de tres días decretada por el Kremlin con motivo del 80º aniversario de la victoria soviética sobre el nazismo. A través de un comunicado, Moscú afirmó que sus fuerzas “mejoraron sus posiciones” en el frente y causaron más de 600 bajas ucranianas, como parte de lo que sigue calificando como “operación militar especial”.
La tregua, anunciada de forma unilateral, no fue oficialmente respaldada por Ucrania, aunque Kiev optó por suspender los ataques masivos con drones en territorio ruso durante esos días, en los que se realizaron actos conmemorativos, como el tradicional desfile en Moscú. Sin embargo, Rusia denunció que durante ese lapso se registraron más de 14 mil violaciones al alto al fuego por parte de las fuerzas ucranianas, además de cinco intentos de incursión en territorio ruso.
El recrudecimiento del conflicto ocurre en medio de una nueva tentativa diplomática: el presidente Vladimir Putin propuso este sábado iniciar negociaciones directas con Ucrania el próximo 15 de mayo en Estambul. La iniciativa busca reactivar un diálogo paralizado desde hace meses, aunque mantiene condiciones firmes.
Por su parte, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski respondió este domingo que Kiev solo participará en negociaciones si Rusia acepta un alto el fuego incondicional de al menos un mes, con inicio el 12 de mayo. La postura ucraniana busca garantizar un cese de hostilidades real como condición previa a cualquier diálogo serio.
El Kremlin, en cambio, reiteró su intención de comenzar primero las negociaciones antes de considerar nuevas treguas. Esta diferencia fundamental en el enfoque vuelve a obstaculizar una salida inmediata a la guerra, que lleva ya más de dos años de devastación continua.
El escenario sigue siendo incierto, con una ventana de oportunidad diplomática aún abierta, pero fuertemente condicionada por la realidad de los combates que continúan intensificándose en varios frentes.