En su editorial dominical, la Arquidiócesis de México honra a las madres que enfrentan la violencia, la desaparición de sus hijos y el dolor del suicidio juvenil.

Con motivo del Día de las Madres, conmemorado el pasado 10 de mayo, la Iglesia católica hizo un llamado a redescubrir la maternidad como símbolo de esperanza y del amor de Dios que da vida y consuela, destacando la importancia de valorar a las madres como testimonio viviente de resiliencia y fe en tiempos adversos.
A través de su editorial dominical Desde la Fe, la Arquidiócesis de México expresó su solidaridad con las miles de mujeres en el país que no tienen a quién abrazar, recordando especialmente a aquellas que buscan a sus hijos desaparecidos, víctimas de la violencia, el crimen organizado o del suicidio juvenil.
“Hay madres que recorren México con una foto en la mano y la esperanza intacta en el corazón, otras que han visto morir a sus hijos a causa de la violencia, y muchas más que han vivido el drama silencioso del suicidio, segunda causa de muerte entre jóvenes en el país”, se lee en el mensaje.
La Iglesia agradeció a todas las madres por ser “signo vivo del Evangelio”, afirmando que su entrega y dolor también son una lección sobre la dignidad de la vida y el amor incondicional. “Nos enseñan que la vida siempre merece ser defendida, incluso en medio de las lágrimas”, concluye el texto.