Lumbalgia baja

(Dunn J.New York Times)

carlos abud

El dolor bajo de espalda es universal en los seres humanos (llega a presentarse en casi todos) y es recurrente en el 80%. Más de un tercio de los adultos estadounidenses han experimentado dolor de espalda en los últimos meses.

Hay que evitar el doblar, levantar y girar (BLT), según Arthur Jenkins III, neurocirujano de Nueva York especializado en cirugía de la columna vertebral. Realizar las tres acciones a la vez, ya sea al mover algo con pala o al sacar a un niño del asiento del coche, maximiza la tensión sobre el disco.

Si estás a punto de hacer un BLT, hay que tratar de hacer cada movimiento por separado. Al levantar un objeto, ambos pies deben de estar bien apoyados y con el peso de uno distribuido uniformemente, de acuerdo a Gbolabo Sokunbi, cirujano de columna del Hospital de Cirugía Especial de Manhattan, al levantarse hay que hacer fuerza desde las piernas, no con los brazos y la espalda y los objetos para levantarse deben de estar cercanos al cuerpo.

Para la columna vertebral, la flexibilidad es crucial y al levantar objetos o maletas, hacerlo con cuidado, con adecuado apoyo. Hay que prepararse para hacer abdominales, prueba de aptitud física que conlleva mayor riesgo de dolor lumbar….o seleccionar las planchas. Los ejercicios para fortalecer el tronco, como las planchas, el pilates, la natación, el yoga y la máquina elíptica “son mucho más saludables para la espalda en general.

Jubilación….pros y contras
(Ravindranath M. The New York Times; marzo 27, 2025)
Dejar de trabajar puede parecer un merecido descanso, sin embargo, pudiera precipitar grandes cambios en la salud del cerebro, incluido un mayor riesgo de deterioro cognitivo y depresión.

Ross Andel, profesor de la Universidad Estatal de Arizona, quien estudia el envejecimiento cognitivo y la jubilación, menciona que suele contribuir la pérdida de la rutina, convivencia y adaptaciones del cuerpo y el cerebro, para dar paso a la respuesta natural de la inactividad.
La jubilación también puede ser una oportunidad para mejorar la salud cognitiva y mental, al contar con tiempo recién liberado para socializar y dedicarse a pasatiempos, aún si hay ya ciertos indicios de “envejecimiento” señaló Giacomo Pasini, profesor de econometría de la Universidad de Venecia Ca’ Foscari, quien estudia el impacto de la política económica en la salud mental de las personas mayores.

Un análisis de más de 8000 jubilados en Europa descubrió que la memoria verbal de las personas (la capacidad de recordar un conjunto de palabras después de cierto tiempo) en general se deterioraba más rápidamente tras la jubilación, en comparación que cuando trabajaban. Otra encuesta realizada en Inglaterra mostró un marcado descenso de la memoria verbal después de la jubilación, aunque otras capacidades, como el razonamiento abstracto, no se vieron afectadas.

Hay relación entre el retiro y la aparición de depresión, consecuencia de pasar repentinamente de una vida laboral ajetreada a la falta de actividad, que puede exacerbar los sentimientos de inutilidad, bajo estado de ánimo, tristeza, síntomas depresivos graves y pérdida de memoria.

La jubilación puede ser una oportunidad para el crecimiento en vez de para el deterioro, mencionan los expertos. La clave está en sentar algunas bases con antelación. Lo ideal sería incorporar nuevas rutinas que sean mental y físicamente atractivas desde un par de años antes de dejar de trabajar, dijo Alison Moore, jefa de la división de Geriatría, Gerontología y cuidados paliativos de la Universidad de California en San Diego.

Las personas con un sentido de propósito tienden a experimentar menos deterioro cognitivo relacionado con la edad. El trabajo voluntario, en particular, puede servir, así como las actividades sociales en particular, las que representan un reto para la mente y fomentan debates significativos con otras personas; por ejemplo, los clubes de lectura.

Hacer algo creativo y novedoso puede dar un sentido de propósito y mantener el cerebro ágil, como el escribir durante unos minutos cada día o al intentar preparar una receta atrevida y nueva para la cena. A medida que uno envejece, el ejercicio regular y/o cotidiano es fundamental para la salud cerebral.

Asociación de cannabis con enfermedad cardiovascular
(Jeffers AM et al. J Am Heart Assoc. DOI: 10.1161/JAHA.123.030178)
En las últimas dos décadas, el consumo de cannabis aumentó de 10% al 20 %, porcentaje que puede estar infra-estimado.

Los receptores endocannabinoides están en todo el sistema cardiovascular y se reconoce que los tetrahidrocannabinoides se asocian a síncope, apoplejía e infarto del miocardio. La exposición de la gente a los cannabinoides aún de manera indirecta (personas en cercanía de los que los fuman), sufren de disfunción de células endoteliales (vasculares).

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades en los EEUUA a través del sistema de supervivencia de factores de conducta de riesgo (BRFSS) ratificaron que el consumo de cannabis incrementa riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerosa, con asociación de aumento de enfermedad cardíaca y cerebral en 16% a 42%.

La obesidad comienza en el cerebro
(Cordellat A. El País, España)
En España, 16.5% de los hombres mayores de 18 años y 15.5% de las mujeres, padecen de obesidad. Uno de cada diez menores y adolescentes presenta obesidad y un tercio sobrepeso.

Estudio reciente (Nature Metabolism) alemán, destacó que la epidemia de obesidad podría tener su origen en el cerebro, debido la alteración de la sensibilidad a la insulina a nivel cerebral. Apenas cinco días de consumo de comida basura (snacks, dulces, refrescos y otros productos ultraprocesados) son suficientes para que los patrones cerebrales de una persona sana pueden verse alterados tanto a nivel de resistencia a la insulina como a nivel del sistema de recompensa.

En el estudio alemán participaron 29 voluntarios, todos ellos hombres y de peso normal, que fueron divididos en dos grupos, uno con dieta normal y al 2º se le adicionó por cinco días el consumo de 1,500 kcal de productos altamente procesados y calóricos. La resonancia magnética del cerebro del 2º grupo, tuvo notable incremento del contenido graso cerebral que controla la sensibilidad a la insulina, lo que persistió posterior a 7 días, lo que emuló a lo observado en la obesidad mórbida.

En una persona sana, la insulina tiene un efecto supresor del apetito en el cerebro. Sin embargo, en la persona con obesidad se produce lo que se conoce como resistencia a la insulina, que puede interferir en el control adecuado del apetito, provoca que el cerebro no reciba correctamente las señales de saciedad, con lo que se tiende a comer más y peor, con ganancia de peso y con niveles altos de insulina.

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