(Callaway E. Nature 2025; 639: 293-6)
Posterior a 150,000 artículos y 17 millones de genomas secuenciados, mencionó Sato y su grupo de la Universidad de Tokio, particularmente para estudios de proteína del SARS-CoV-2 con respuesta inmune temprana, que hubo 3 veces más publicaciones que lo reportado para el HIV en períodos similares de años.
Lo anterior en búsqueda de responder preguntas a lecciones que incluyen la respuesta global a futuras pandemias, comprender y pronosticar evolución a los virus, tal y como se observó en la variante omicrón, la que seleccionó la infección de vías aéreas superiores en lugar que al pulmón como ocurrió al inicio de las variantes de la COVID, además de asociarse las últimas cepas que incluye omicrón, con relativamente menor y baja virulencia.
Sueño subóptimo asociado a menor supervivencia
(Full KM et al. JAMA Network Open)
En cohorte de más de 46,928 estadounidenses de clase económica baja, dos tercios tienen menor tiempo de dormir, lo que se asoció a 29% de mayor riesgo de morir por diversas causas.
Los individuos analizados eran de 53 años y 65% fueron mujeres. Se realizó cuestionario de características sociodemográficas, hábitos e historia de Salud. La duración del sueño se dividió en 3 categorías, corto (<7 horas), saludable (7 a 9 horas) y prolongado (>9 horas).
Aquellos con sueño corto, tuvieron mortalidad por todas las causas de 27% más, lo que incluyó también a causas de muerte por enfermedad cardiovascular.
Depresión en dolor crónico
(Aaron, R. V. et al, JAMA Network Open 2025; 8(3), e250268)
El dolor crónico es una condición prevalente y discapacitante que afecta al 21% de los adultos. Se asocia con estrés e invita a síntomas de ansiedad y depresión, con prevalencia de estas entidades de 20% a 40%.
En estudio multicéntrico e internacional se evaluaron 376 estudios de los 31,159 seleccionados inicialmente; se conjuntaron para analizar a 347,468 personas con dolor crónico y se compararon con 160,564 controles, con edad de 51 años y el 70% fueron mujeres.
El 40% de los adultos con dolor crónico tuvieron depresión y/o ansiedad importantes.
Lo anterior es muy relevante adicionalmente porque los estados de ánimo conducen a problemas inflamatorios y los medicamentos, en particular los inhibidores de recaptura de serotonina, mejoran los procesos dolorosos, específicamente los que concursan con inflamación.
