Déficit cognitivo a largo plazo post-hospitalización por COVID-19

(Wood GK et al. Nature Medicine 2025; 31: 245-57)

Se han descrito alteraciones cognitivas, de manera amplia y que ocurren de manera aguda en problemas virales, en particular asociadas a la COVID-19 grave; de tal manera que a 6 meses se han reconocido hasta problemas post-apopléticos, trastornos del movimiento y psicosis. Lo más prevalente es la encefalopatía con delirio; pero pocos estudios se han reportado con imágenes cerebrales.

La infección por COVID-19 se asocia a déficit cognitivo agudo, particularmente con alteración en la función ejecutiva, en especial en personas de edad, con cambios volumétricos en la resonancia magnética, que afectan predominantemente la substancia gris, tal como se evidenció en estudio del Reino Unido conformado por 351 personas hospitalizadas por COVID-19 y 3,000 controles. El déficit es fuertemente asociado a síntomas de depresión con afección del volumen de la corteza de la cíngula anterior que correlaciona con conexiones de cognición, atención y emoción, dificultades en la memoria, lo que es consecuencia de la activación de la microglia y neuro-inflamación.

Otros estudios muestran reducción de volumen de áreas corticales, límbicas y cerebelosas, con recuperación que puede tardar hasta más de 2 años

El empleo de dexametasona puede ser protectora.

Las mujeres de la generación X tienen mejor sexo
(Ruechel N. New York Times)

Posterior a los 40 años, mencionan algunas mujeres que tienen menos inhibiciones, menos complejos y más amor propio que a menor edad.

La visión tradicional de la sexualidad de las mujeres mayores, pudiera ser no grato. Hasta finales del siglo XX, los estudios académicos sobre las mujeres mayores estaban dominados por lo que los sociólogos denominan la “perspectiva de la miseria”, que hace hincapié en cómo empeora la vida de las personas a medida que envejecen, lastrada por factores como las enfermedades crónicas y las dificultades económicas. Lo anterior se consideraba parte de lo normal relacionado a la edad y cansancio, con imagen desoladora de lo que significa ser mujer a los 50, un desmoralizador índice biomédico de problemas, desde la disminución de la libido al sexo doloroso, relacionado a atrofia vaginal y menor sensibilidad. Lo anterior, con la adición ocasional de ablación endometrial o histerectomía por miomas.

La cultura en su conjunto, puede resultar en que el sexo físico realmente se marchite y desvanezca. Una de las historias actuales más definitorias sobre el sexo en Estados Unidos ha sido el descenso de la actividad entre la generación Z y los milénials. En general, se ha culpado de ese descenso a la forma en que vivimos en el siglo XXI: la atomización de nuestras vidas sociales; los antidepresivos que pueden matar la libido; los teléfonos y las redes sociales que proporcionan una fascinación sin fin, incluso en tardes aburridas en las que podrían estar ocurriendo otras cosas. Para los padres jóvenes, la intensidad de la crianza moderna marchita la vida sexual. Para los adolescentes, la creciente obsesión por la seguridad personal y psicológica; el deseo de ser inmunes a la incomodidad, puede aplanar el erotismo en algunos de los lugares donde podría florecer.

La frecuencia sexual entre grupos de edad, tiene curva descendente en la actividad entre las personas de 18 a 40 años. Los adultos jóvenes de hoy tienen relaciones sexuales 30 por ciento menos a menudo que los adultos jóvenes de principios de la década de 2000.

Nuestro solitario siglo definido por el iPhone se llevó la libido de todos, definió a algunos, mientras que otros simplemente se vieron afectados. Cuando el siglo XXI aterrizó realmente, gran parte de la generación X ya estaba formada en gran medida en cuanto a hábitos sexuales. Y puede que sea por eso por lo que, la edad madura, se perfila como posiblemente la generación más sexi de la que se tiene constancia.

Algunos han calificado a la generación X de generación “olvidada”; otros la han tachado de “desatendida” por padres cuyo egocentrismo de los años 60 y 70 convirtió a los niños en una especie de estorbo.

La cuestión es que el panorama sexual actual, menos tóxico y menos dominado por los hombres, puede parecer un lugar de aterrizaje especialmente agradable e incluso indulgente para las mujeres que vivieron esa época. Puede que la frecuencia sexual haya disminuido entre los jóvenes, pero los jóvenes también han contribuido a crear un mundo sexual más amable y abierto, lleno de positividad corporal y cuestionamiento del género, cultura del consentimiento y aceptación de todo tipo de deseo. La mujer de la generación X, puede sentir que ha llegado a una especie de reverso acogedor, preparada para el combate duro en la jungla con falda lápiz y ahora, tantos años después, se encuentra en un castillo inflable parecido a un útero donde se invita a las mujeres no solo a tener orgasmos, sino también a mantener conversaciones importantes sobre sus orgasmos, además de tener equipo para lograrlo sin necesidad de pareja.

Hay mujeres que tienen más estudios y ganan más que nunca, que tienen resistencia interpersonal y que pueden ser ligeras y fáciles con el sexo porque se abrieron camino con sexo difícil cuando eran jóvenes. Y tienes mujeres que, en ciertos aspectos, son inmunes a las fuerzas castradoras del siglo XXI, porque, tanto sexual como socialmente, se formaron antes de él.

La fugacidad está incorporada, y puede hacer que la experiencia de ser sexualmente existente en la mediana edad resulte aún más especial. Lo que no tiene por qué ser fugaz es el efecto que esta nueva apertura podría tener en las generaciones más jóvenes.

Las mujeres de 50 años de hoy en día, no solo las famosas, pueden tener el aspecto que nunca han tenido las mujeres de 50: esculpidas, hidratadas, firmes, con largas melenas y cejas sin arrugas, abdominales planos y dientes cegadoramente blancos…..todo un reto y con múltiples dificultades.

Un camino es definido por la juventud, como si la juventud siguiera siendo el único lugar al que pertenece realmente el sexo. Pero lo que la sexualidad perenne tiene para sí en este momento es algo mucho mejor que todo eso, algo que puede enfrentarse a las viejas reglas de la juventud. Muchas mujeres de mediana edad y mayores, disfrutan de los beneficios más hermosos de envejecer: cosas como preocuparse menos por normas sociales que ya no les sirven, o sentirse más cómodas en su cuerpo precisamente porque han vivido en él durante tanto tiempo. Puede tener un significado mucho más profundo: la aceptación de los capítulos de la vida.

Fisiología y fisiopatología de correr maratón
(Braschler L et al. Sports Med 2025; doi.org/10.1186/s40798-025-00810-3)

El maratón cubre 42.195 Km y el entrenamiento representa todo un reto de aspectos varios para la Salud. El ejercicio regular ayuda a mejorar o disminuir presión arterial, hipercolesterolemia, obesidad, diabetes, enfermedad coronaria y cáncer, ayuda al sueño, salud mental y mejora la esperanza de vida. El exceso de ejercicio aumenta riesgo de muerte súbita, golpe de calor y apoplejía.

Hay adaptaciones de interés a nivel cardiovascular, musculoesquelética, pulmonar, gastrointestinal, renal, hepatobiliar, endocrinológica, inmune, sistema nervioso central, termorregulación, cambios psicológicos y cutáneos. El correr maratón aumenta la salud ósea y el metabolismo esquelético y muscular. Muchos de los cambios son autolimitados a algunos días, otros no, como por ejemplo el daño renal agudo y lesiones musculoesqueléticas; además el esfuerzo físico agudo suele asociarse a inmunosupresión transitoria, con aumento de riesgo para infecciones y también a insomnio, arritmias y disfunción cardíaca.

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