(Kingwell K. Nature Reviews Drug Discovery 2025; 24: 3-5)
La molécula pequeña Vertex (suzetrigina), es inhibidor de voltaje de los canales de sodio de membranas celulares (NaV1.8) eficaz en el dolor grave agudo. Los canales de ese ion participan en el control del dolor, ayudan a la conducción eléctrica de los denominados potenciales de acción para el proceso de sensación del dolor (nociceptores).
La molécula se comparó con la combinación de opioides con acetaminofén, lo que mostró eficacia y adecuado perfil de seguridad. Los opioides se caracterizan por ser analgésicos débiles y casi como regla tienen por regla eventos adversos asociados que incluyen náusea, constipación, depresión respiratoria, adicción y efecto paradójico que conduce a dolor, además de que se han asociado a caídas, mayor morbilidad y mortalidad.
Se pronostican ventas multimillonarias del orden de miles de millones de dólares a plazo relativamente corto; la suzetrigine costaría $420 dólares americanos por semana.
Dudas sobre origen y comportamiento del cáncer
(Agrawal N. New York Times)
Cada día, miles de millones de células de nuestro cuerpo se dividen o mueren, lo que conforma parte de los intrincados procesos que mantienen la homeostasis y equilibrio corporal. La sangre fluye desde el corazón, los alimentos se movilizan a través de nuestro intestino, su procesamiento hepático y nuestra piel está en continua regeneración. El desequilibrio o alteración de lo anterior, condiciona padecimientos, en los que se incluyen a los crónico-degenerativos y al cáncer.
Aparte de las mutaciones del ADN, hay otros factores que alteran cómo se expresan los genes, reconocidos como cambios epigenéticos, que desempeñan un papel muy importante en el desarrollo del cáncer.
Algunas sustancias químicas, como el asbesto y el radón, o como las del humo de los cigarros y el alcohol, pueden provocar cáncer. Adicionalmente hemos aprendido que contribuyen también, la contaminación atmosférica y los microplásticos, así como las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas.
Se ha demostrado que las partículas finas, conocidas como PM 2.5, aumentan el riesgo de cáncer de pulmón y de mama, y que es relevante la cuantía y tiempo de exposición.
Tales exposiciones afectan el riesgo de cáncer, probablemente a través de la inflamación, sin daño directamente el ADN. El llevar una dieta poco saludable puede alterar el equilibrio de nuestro microbioma, lo que permite que ciertas bacterias crezcan sin control, condicionen inflamación crónica, que puede provocar cáncer de colon o de páncreas.
La inflamación también puede promover el cáncer en células que ya han mutado. Se ha demostrado, por ejemplo, que las partículas PM 2.5 provocan inflamación en los pulmones, activan a células mutantes para estimular la formación de tumores.
Gran parte del modo en que los tumores hacen metástasis, se facilita porque las células tumorales vivas se propaguen. Otras investigaciones han sugerido que las células inmunitarias podrían transferir su contenido a las células tumorales para hacerlas más invasivas.
Los epidemiólogos calculan ahora que el 40 por ciento de los cánceres y un porcentaje similar de las muertes por cáncer, pueden atribuirse a factores de riesgo que la gente puede mopdificar. El mayor de ellos es fumar cigarros, pero la lista también incluye la exposición al sol, el consumo de alcohol y el exceso de peso corporal.
Algunas infecciones, como las causadas por los virus de la hepatitis B y C, el virus del papiloma humano y la bacteria H. pylori, también pueden provocar determinados cánceres. Vacunarse contra el VPH y someterse a pruebas de detección de hepatitis y H. pylori puede reducir el riesgo.
Poder jugar con esos controles ha abierto todo un nuevo campo de tratamiento del cáncer, conocido como inmunoterapia. Los médicos pueden ahora quitar los frenos de las células T que eliminan las células cancerosas con terapias inhibidoras de los puntos de control utilizadas para tratar los cánceres de pulmón y de piel, entre muchos otros. También se pueden diseñar células T para que encuentren y combatan el cáncer. Este es el enfoque detrás de la terapia con células CAR-T, que ha sido más eficaz en el tratamiento de los cánceres de la sangre y sólidos.
Las tasas de mortalidad por cáncer han caído en picada durante los últimos 30 años. Ahora disponemos de medicamentos dirigidos contra los genes causantes del cáncer que durante mucho tiempo se consideraron imposibles de tratar.
Enfermedad renal crónica
(Romagnani P et al. Nature Rev Dis Primers 2025; doi.org/10.1038/s41572-024-00589-9)
Más de 850 millones de personas tienen insuficiencia renal, la que se presenta en 9.5 % de mujeres y 7.3 % de los hombres, con mortalidad más elevada en este último género (19% vs 14%); en niños, la prevalencia se estima en 15 a 96 millones.
La enfermedad renal crónica se manifiesta por expansión del volumen sanguíneo e hipertensión arterial, como signos característicos; los trastornos electrolíticos y ácido base ocurren ante pérdidas mayores del 50-60%, hay trastorno mineral óseo, con desregulación compleja de la conversión reducida de 25-hidroxivitamina D, hiperparatiroridismo, hiperuricemia e inmunodeficiencia, anemia y disfunción cognitiva. Hay aterosclerosis acelerada, aumento de factor de crecimiento fibroblástico 23, con hipertrofia ventricular izquierda, insuficiencia cardíaca y aumento de riesgo de otros padecimientos cardio y cerebrovasculares. Además, concursa con disfunción sexual y reducción de la fertilidad, en adolescentes la pubertad se retrasa; las anomalías de función tiroidea son comunes. La uremia se acompaña de anorexia, vómito, prurito, debilidad, edema, disnea, sarcopenia, osteoporosis y fragilidad.
Eventos adversos asociados a paracetamol
(Kaur J et al. Arthritis Care Res 2025; 10.1002/acr.25471)
Los investigadores evaluaron empleo de paracetamol en personas mayores de 65 años para eventos adversos cardiovasculares, gastrointestinales y renales.
De 2,789,347 pacientes seleccionados, se expusieron a paracetamol 697,362 y 2,091,985 sirvieron como controles quienes no lo recibieron. De esos que se emparejaron por características similares quedaron 79,024 en cada grupo y se siguieron por 1 ± 4.62 a. Los que recibieron paracetamol tuvieron mayor número de eventos gastrointestinales, cardiovasculares y renales; destacaron hemorragias digestivas 20% más, hipertensión arterial 6% más y enfermedad renal crónica 15% más.