La presidenta Claudia Sheinbaum confía en lograr acuerdos con el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, en temas migratorios y de narcotráfico para evitar una guerra de aranceles.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, mostró confianza en evitar una guerra de aranceles con el próximo gobierno de Estados Unidos tras una semana de tensas declaraciones y negociaciones con el mandatario electo, Donald Trump. Durante su conferencia matutina, Sheinbaum aseguró que “colaborar, sin subordinación” será clave para llegar a un acuerdo en temas migratorios y de combate al narcotráfico.
“Nosotros colaboramos, nunca nos subordinamos. Si logramos coordinarnos en eso, no va a haber aranceles”, afirmó, insistiendo en la defensa de la soberanía mexicana y el respeto mutuo como pilares de la relación bilateral.
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La polémica se encendió cuando Trump amenazó con un arancel del 25 % a productos mexicanos y canadienses si no se detiene la inmigración ilegal y el flujo de drogas, especialmente el fentanilo. En respuesta, Sheinbaum envió una carta donde destacó la reducción del 75 % en la migración indocumentada hacia EE.UU. y advirtió que México respondería con aranceles equivalentes en caso de ser necesario.
El miércoles, ambos mandatarios sostuvieron una conversación telefónica en la que abordaron estos temas. Según Sheinbaum, se expusieron las acciones de México para atender las demandas estadounidenses, incluida una estrategia integral para evitar que caravanas migrantes lleguen a la frontera norte. También destacó el combate al tráfico de fentanilo y mencionó una campaña mexicana contra esta droga que despertó el interés del líder estadounidense.
Sin embargo, las versiones sobre los resultados de la charla difieren. Mientras Trump afirmó que Sheinbaum había accedido a “cerrar efectivamente la frontera”, la mandataria negó haber hecho tal promesa y calificó como “imposible” un planteamiento así. “Nunca hemos propuesto cerrar la frontera. Eso sería completamente contradictorio a nuestros principios”, declaró.
Sheinbaum sostuvo que no habrá guerra comercial, señalando que un conflicto de este tipo perjudicaría tanto a México como a EE.UU., generando presiones inflacionarias especialmente en el mercado estadounidense. La presidenta reiteró que México ya implementa medidas para atender los retos migratorios y económicos, enfatizando el plan de empleo, albergues, retornos voluntarios y control en las fronteras del sur.
“Nos vamos a poner de acuerdo, respetando a México y nuestras estrategias”, concluyó Sheinbaum, asegurando que la relación bilateral avanzará en términos de cooperación, no imposición.
