En medio de dolor y demandas de justicia, la comunidad despide a Alejandra; su hija, María José, aún permanece en Colima sin explicaciones claras.
El 11 de noviembre de 2024, a las 4 de la tarde, el cuerpo de Alejandra fue trasladado desde su casa hacia la Parroquia de San Antonio de Padua, en el centro de Tlajomulco, Jalisco, donde cientos de personas acudieron para despedirla y alzar sus voces exigiendo justicia. Alejandra, quien falleció en circunstancias que siguen siendo motivo de clamor y protesta, recibió un último adiós en un ambiente de indignación y tristeza que se extendió más allá de su funeral.
Durante el sepelio, que tuvo lugar en el Panteón Peña Amarilla, a las afueras de Tlajomulco, familiares, amigos y miembros de la comunidad llenaron el lugar con gritos desesperados de “¡JUSTICIA!”, observando cómo el ataúd descendía lentamente hasta su última morada. La imagen de Alejandra fue acompañada por el dolor compartido de quienes exigen respuestas y condenan lo que consideran una falla en el sistema de protección.
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Sin embargo, el luto de la familia se ha visto exacerbado por una decisión aún no explicada por parte de las autoridades. María José, la hija de un año de Alejandra, permanece en el Servicio Médico Forense (SEMEFO) de Colima y no fue trasladada para ser sepultada junto a su madre. La Fiscalía de Colima no ha aclarado las razones para retener el cuerpo de la menor, una situación que ha generado un profundo malestar y desconcierto entre los asistentes al funeral y en redes sociales.
Las críticas también se han dirigido a la gobernadora de Colima, Indira Vizcaíno, a quien la comunidad y activistas han cuestionado por lo que perciben como una falta de empatía hacia la familia de Alejandra y su hija. Usuarios de redes sociales señalan que, mientras la pequeña María José permanece en el SEMEFO sin poder ser enterrada, la gobernadora no ha emitido ninguna declaración al respecto, ni mostrado apoyo hacia la familia en este momento difícil.
La situación de Alejandra y María José ha reabierto el debate en México sobre la violencia contra las mujeres y el acceso a la justicia. A pesar de que Mariano, presunto responsable del fallecimiento de Alejandra, ya está detenido, la comunidad de Tlajomulco insiste en que el proceso debe esclarecerse y que no se permita la impunidad.
Organizaciones y activistas han expresado que no cesarán en sus demandas hasta obtener justicia para Alejandra y su hija. Mientras tanto, la comunidad espera una respuesta clara de las autoridades de Colima para que María José pueda finalmente descansar en paz junto a su madre, y su caso, como el de tantos otros, no quede en el olvido.