Inseguridad y mantenimiento, los grandes retos del puente con elevador en SLP

La construcción del primer puente peatonal con elevador en San Luis Potosí genera dudas sobre su efectividad y mantenimiento, ante el riesgo de vandalismo y falta de usuarios.

El anuncio del alcalde Enrique Galindo Ceballos sobre la construcción del primer puente peatonal con elevador en San Luis Potosí ha generado tanto expectativas como cuestionamientos. El puente, ubicado en la zona oeste de la ciudad, cruzará la avenida Salvador Nava y busca mejorar la accesibilidad para personas con movilidad reducida, como adultos mayores y personas en silla de ruedas. La obra, que ya está en proceso de licitación, se construirá bajo estrictos estándares de calidad, con un enfoque en la modernización de la infraestructura urbana.

El alcalde destacó que la inclusión del elevador en el diseño del puente representa una inversión considerable, ya que el sistema será esencial para garantizar un paso seguro para aquellos que no pueden utilizar rampas largas. “Este puente facilitará el paso de las personas, especialmente de adultos mayores y personas con discapacidad”, señaló Galindo.

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Sin embargo, el proyecto ha generado críticas sobre su viabilidad y el costo de operación. Algunos ciudadanos, han cuestionado la real necesidad del elevador, sugiriendo que la infraestructura podría terminar siendo una “promesa vacía”, similar a los espacios reservados para personas discapacitadas en estacionamientos, que a menudo permanecen desocupados o son ocupados indebidamente. Además, la preocupación sobre el mantenimiento a largo plazo y el riesgo de vandalismo en el elevador, especialmente en una zona pública y expuesta a la intemperie, también ha sido un tema recurrente entre los detractores de la obra.

También planteó la interrogante de cuántos usuarios realmente necesitarán el elevador. “¿Sabemos cuántos peatones en silla de ruedas, bastón o muletas realmente usan esta zona? ¿Y cuántos adultos mayores sin ayuda necesitarán este puente?”, cuestionó. La falta de datos específicos sobre la cantidad de personas que se beneficiarían directamente de la infraestructura podría poner en duda la justificación de una inversión tan alta.

A pesar de las críticas, el Ayuntamiento sigue adelante con el proyecto, que forma parte de una estrategia más amplia de movilidad urbana. Sin embargo, se necesitará un plan claro de mantenimiento y un enfoque preventivo para evitar que el elevador sea víctima de actos vandálicos, como ha sucedido con otras instalaciones públicas en la ciudad.