Científicos confirman que la rotación del núcleo interno de la Tierra se está desacelerando

¿Qué implicaciones tendrá este fenómeno para nuestro planeta? Te lo decimos a continuación.

Investigadores de la Universidad del Sur de California (USC) han revelado que el núcleo interno de la Tierra, una esfera sólida compuesta de hierro y níquel con un radio de aproximadamente 1.220 kilómetros, ha comenzado a ralentizar su rotación. Este hallazgo, que sugiere que desde 2010 el núcleo interno se mueve más despacio que la superficie terrestre, ha sido confirmado por nuevos estudios.

Evidencias contundentes

El núcleo interno, una de las áreas menos comprendidas de la Tierra, juega un papel crucial en la generación del campo magnético del planeta y en la actividad tectónica. John Vidale, geocientífico de la USC, expresó su asombro al analizar los sismogramas que indicaban este cambio: “Al principio, me quedé sorprendido, pero al encontrar más de una veintena de observaciones que mostraban el mismo patrón, la conclusión fue clara: el núcleo interno ha disminuido su velocidad por primera vez en décadas”.

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¿Qué implica esta desaceleración?

Este descubrimiento abre importantes interrogantes sobre la mecánica del planeta y podría tener efectos en la estabilidad del campo magnético de la Tierra y en la duración de los días. Aunque cualquier aumento en la duración de los días sería mínimo (en el orden de milésimas de segundo), sería prácticamente indetectable para nosotros. Vidale comenta: “Es tan difícil de notar que se pierde entre el ruido de los océanos y la atmósfera”.

Los científicos analizaron datos sísmicos recopilados en las últimas décadas, especialmente sobre terremotos repetidos en las Islas Sandwich del Sur, junto con pruebas nucleares soviéticas de los años 70. Estos terremotos son particularmente útiles porque generan sismogramas idénticos, lo que permite estudiar con mayor precisión el interior terrestre. Los hallazgos indican que el núcleo interno comenzó a desacelerarse en 2010 y, actualmente, se está moviendo en sentido contrario a la superficie, lo que influye sutilmente en la rotación de la Tierra.

¿Por qué ocurre esta desaceleración?

Aunque la causa exacta de la desaceleración aún no se comprende completamente, los investigadores proponen dos posibles explicaciones: primero, el movimiento turbulento del núcleo externo de hierro líquido podría estar creando una fuerza de arrastre que ralentiza al núcleo interno. En segundo lugar, las interacciones gravitacionales con las áreas más densas del manto terrestre podrían estar atrayendo al núcleo interno, contribuyendo así a su desaceleración.

¿Y ahora qué?

El equipo de investigación planea analizar con mayor profundidad la trayectoria del núcleo interno para entender mejor las razones detrás de este cambio y evaluar si alguna de las hipótesis es correcta. La rotación del núcleo interno es un factor clave en el proceso de geodinamo que genera el campo magnético de la Tierra, y cualquier alteración podría afectar la estabilidad y la fuerza de este campo, que protege al planeta de la radiación solar dañina. Un campo magnético fuerte es fundamental para mantener nuestra atmósfera y sustentar la vida.

Por ahora, los efectos de esta desaceleración son difíciles de predecir, pero el descubrimiento abre nuevas líneas de investigación, proporcionando una visión más clara sobre la complejidad del núcleo interno de la Tierra. Vidale concluye: “La actividad del núcleo interno podría ser aún más dinámica de lo que hemos imaginado”.

Explorando el Interior de la Tierra

A lo largo de años de estudio, se ha llegado a la conclusión de que la estructura de nuestro planeta se divide en tres capas principales: la corteza, el manto y el núcleo. La corteza, que incluye tanto la oceánica como la continental, es la capa en la que vivimos y representa apenas el 1% del volumen total de la Tierra. El manto, que constituye la mayor parte del planeta con un 84% de su volumen, se encuentra justo debajo de la corteza. Finalmente, el núcleo, la parte más interna, forma el 15% restante.

El manto tiene un espesor aproximado de 2,900 kilómetros y se puede subdividir en manto superior e inferior. A diferencia de la idea común de que esta capa está compuesta principalmente de lava, en realidad está compuesta de roca que, debido a la altísima temperatura, puede fluir bajo presión.

En cuanto al núcleo, según el portal especializado Live Science, se compone de una capa externa de hierro y níquel fundidos que mide unos 2,300 kilómetros de espesor. Esta capa rodea el núcleo interno, que es en su mayoría sólido y tiene un diámetro de aproximadamente 2,440 kilómetros.