Derivado de su discurso y de los posicionamientos estridentes del entonces candidato del Partido Republicano y ahora virtual Presidente de la primera potencia mundial que es Estados Unidos de América (EUA), Donald Trump (DT), diversos medios de comunicación, analistas han interpretado que el triunfo electoral de DT es una mala noticia para México. Incluso, muchos opinadores de café alimentan con frases y versiones fatalistas que “ahora sí las cosas se pondrán muy duras” o “nos va a ir muy mal” sin aportar ningún elemento que con sustentos nos permita prepararnos para enfrentar escenarios catastróficos. Por ejemplo, las elecciones en EUA fueron el martes 5 de noviembre y el miércoles 6 el periódico El País de España publicaba “se ha cumplido el peor escenario para México. Donald Trump será el próximo presidente de Estados Unidos. El candidato del “muro” y la retórica racista y antimexicana, tendrá un nuevo periodo al frente de la Casa Blanca, después de ganar las elecciones de 2016, perder las de 2020 y obtener su revancha en las votaciones de este año. La victoria de Trump ante la demócrata Kamala Harris ha encendido de inmediato las alarmas del otro lado de la frontera, ante el temor de un viraje radical en los tres temas clave para la relación bilateral: la migración, el comercio y el combate al narcotráfico”. Por su parte, la revista The Economist señaló que “no hay ningún país más perjudicado por el regreso del magnate que México” y porque en su discurso ya habiendo ganado dijo DT “Vamos a arreglar todo lo que está mal”, refiriéndose a México.
Hay dos cosas que son ciertas. Primero, cuando la campaña de 2016 en la que llegó por primera vez a la presidencia de EUA, Donald Trump, desplegó una parte central de su estrategia electoral a partir de un discurso de odio y abiertamente antimexicano y algunas frases se hicieron famosas por su agresividad. Recordemos algunas de ellas: “México tuvo una gran noche en los Oscar. Y cómo no, si está acostumbrados a arrebatarnos lo nuestro más que ninguna otra nación” (24 de febrero de 2015, luego de que Birdman, de Alejandro G. Iñárritu arrasara en la premiación); “No quiero nada con México más que construir un muro impenetrable y que dejen de estafar a EE.UU.” (6 de marzo de 2015, vía Twitter); “México no se aprovechará más de nosotros. No tendrán más la frontera abierta. El más grande constructor del mundo soy yo y les voy a construir el muro más grande que jamás hayan visto. Y adivinen quién lo va a pagar: México” (11 de mayo de 2015, South Carolina Freedom Summit); “México no es nuestro amigo. Nos está ahogando económicamente” (16 de junio de 2015, discurso de lanzamiento de su candidatura para las primarias del Partido Republicano); “Cuando México nos manda gente, no nos mandan a los mejores. Nos mandan gente con un montón de problemas, que nos traen drogas, crimen, violadores…” (16 de junio de 2015, discurso de lanzamiento de su candidatura para las primarias del Partido Republicano); “Los mayores proveedores de heroína, cocaína y otras drogas ilícitas son los carteles mexicanos, que contratan inmigrantes mexicanos para que crucen la frontera traficando droga”(6 de julio de 2015); o la de “Los mejores tacos son los que se hacen en el restaurant de la Torre Trump. ¡Me encantan los hispanos!” (5 de mayo de 2016 vía Twitter); y, Segundo, si bien es cierto que Trump es Trump y su estilo es polémico y duro, lo que debemos considerar es que en la campaña de 2024 también el discurso nacionalista y de defensa de los intereses de los estadounidenses del candidato republicano fue con posicionamientos tajantes pero que si los vemos en la perspectiva también de los intereses de México y de los intereses binacionales e incluso en la visión de la integración regional de América del Norte puede resultar no tan malo y, es más, me atrevo a decir que la llegada el próximo 20 de enero de Donald Trump a la Casa Blanca es una buena noticia para nuestro nación.
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Veamos el tema de migración. Donald Trump ha prometido reforzar la seguridad fronteriza y deportar a millones de inmigrantes indocumentados y lo que sabemos es que tiene planes para rehacer el sistema de inmigración de Estados Unidos y eso puede ser benéfico para ambos países si consideramos que los cruces ilegales en la frontera están en sus niveles más bajos en más de cuatro años y que DT ha dicho que su gobierno contrataría a 10.000 nuevos agentes para patrullar la frontera entre EE. UU. y México y ha propuesto utilizar parte del presupuesto militar para la seguridad fronteriza. Siendo así, tanto México como EUA nos veríamos favorecidos. Asimismo, veamos el tema del comercio y de los aranceles, otro tema sensible porque DT ha amenazado con subir y/o imponer impuestos a productos que provengan de México pero que tengan su origen en China y en uno de sus últimos mítines, prometió imponer de inmediato aranceles del 25 por ciento a todos los productos procedentes de México a menos que el gobierno detenga el flujo de migrantes y drogas hacia Estados Unidos; en ese sentido, más allá de la presión política que existe por parte de DT, si observamos el nicho de oportunidad, nos daremos cuenta que tanto a ellos como a nosotros nos conviene atender el flagelo del tráfico de drogas y fomentar el comercio legal de todos los demás productos dado que, según se estima, alrededor del 80 por ciento de nuestras exportaciones se destinan al mercado estadounidense. A veces se nos olvida que el actual T-MEC se negoció durante el gobierno anterior de DT y terminó siendo muy favorable para México. Finalmente, otro tema muy sensible es el de la soberanía nacional y los dichos de DT en cuanto a que usará la fuerza militar contra los cárteles de la droga en México. Al respecto, es oportuno recordar que en su anterior mandato Donald Trump sugirió disparar misiles a México para acabar con los laboratorios de droga y que líderes republicanos se han sumado desde entonces a esta idea de operar acciones militares en territorio mexicano, incluso sin el consentimiento de nuestro gobierno. La verdad es que en ninguna mesa de análisis o de discusión informada o académica o incluso de café o familiar yo he escuchado a alguien que se oponga a que haya acciones eficaces contra los cárteles de las drogas; sí hay expresiones que sustentan la defensa de la soberanía nacional y de salvaguardar la autoridad suprema dentro de nuestro territorio, pero advierto que puede haber un espacio de trabajo en conjunto y coordinado que cumpla con ambos objetivos: salvaguardar la soberanía nacional y trabajar en equipo con inteligencia y eficacia.
En fin, dicho lo anterior creo que estamos ante una nueva etapa en la que tanto el gobierno de México, que lidera la Doctora Claudia Shienbaum, como el gobierno de los Estados Unidos de América, con Donald Trump al mando, pueden trabajar en una agenda bilateral conjunta que raiga beneficios para toda la región de Norteamérica. Lo señaló con puntualidad la presidenta de México el pasado miércoles al conocerse el triunfo de DT: “No hay motivo ninguno de preocupación”, “Va a haber buena relación con los Estados Unidos, estoy convencida de ello”. Por tanto, seamos optimistas, es una buena noticia para México el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos.