“Estoy aquí como madre que se preocupa profundamente por el mundo”, dijo la estrella
Texas se convirtió este viernes en la “zona cero” de la defensa del derecho al aborto para Kamala Harris y Beyoncé, y de la lucha contra la migración ilegal para Donald Trump.
Texas, un estado del sur gobernado por los republicanos, es una parada poco ortodoxa para los candidatos, que se supone deberían centrarse en los siete estados clave que probablemente decidan quién es el próximo inquilino de la Casa Blanca.
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Pero tanto la vicepresidenta demócrata como su rival, el ex presidente republicano, han decidido dar fuelle a sus campañas recordando lo que los separa.
Texas es “la zona cero en la lucha por la libertad reproductiva” porque “es el hogar de una de las prohibiciones de aborto más restrictivas en nuestro país”, denunció Harris.
El ex presidente estigmatiza a los migrantes diciendo que cometen asesinatos cuando en realidad la delincuencia nacional ha disminuido, según cifras oficiales, y el número de crímenes atribuidos a migrantes es muy bajo en proporción al de extranjeros en situación irregular.
Este viernes dijo por segundo día consecutivo que Estados Unidos es “un cubo de basura para que el resto del mundo arroje a las personas que no quiere” pero promete poner fin a esta situación, si gana las elecciones, con “la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos”.
Trump estaba en Austin para grabar un pódcast con Joe Rogan, un presentador muy popular entre los hombres, una parte de la población reacia a respaldar a Harris.
Tres horas de grabación, según su equipo de campaña, que obligó a retrasar un mitin previsto por la noche en el estado clave de Míchigan.
El prestigioso Washington Post, que apoyó a los candidatos demócratas en las últimas cuatro elecciones, sorprendió anunciando que esta vez se mantendrá al margen.