En una manifestación pacífica, habitantes y colectivos en Chiapas demandaron el cese de la violencia, hostigamiento y desplazamiento forzado que enfrentan comunidades indígenas y zapatistas en la región.
En medio de un contexto de creciente violencia en el estado de Chiapas, organizaciones indígenas y miembros de la sociedad civil se reunieron este 25 de octubre en San Cristóbal de Las Casas para exigir un alto a las agresiones contra comunidades zapatistas y una paz duradera en la región. Los manifestantes hicieron un llamado a las autoridades a enfrentar la situación que ha impactado tanto a comunidades zapatistas como no zapatistas.
Diana Luna, miembro de la sociedad civil e integrante de la protesta, señaló que el objetivo de la manifestación es visibilizar el hartazgo generalizado por la violencia, la corrupción y la impunidad. “Estamos cansados de la guerra y la violencia que afecta tanto a nuestras comunidades como a nuestra madre tierra”, afirmó Luna, haciendo referencia a los proyectos de infraestructura, como el Tren Maya, que, según explicó, representan una amenaza para la autodeterminación de los pueblos indígenas.
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Uno de los casos más recientes de violencia ocurrió en la comunidad de Nuevo Jerusalén, en Ocosingo, donde los habitantes del Caracol Zapatista Número Seis denunciaron hostigamiento y despojo de tierras a manos de grupos armados. Los manifestantes exigieron la salida de estos grupos de las zonas zapatistas, al tiempo que destacaron el derecho de estas comunidades a vivir en paz y ejercer su autonomía.
Frente al museo Musac de San Cristóbal, los manifestantes desplegaron pancartas con mensajes como “Alto a la guerra contra zapatistas”, “Mujer, vida y libertad” y “Viva el EZLN”, expresando su solidaridad tanto con las comunidades afectadas como con las víctimas de la violencia generada por el narcotráfico y los desplazamientos forzados. Además, exigieron justicia para los familiares de civiles asesinados y defensores de derechos humanos que han perdido la vida en el contexto de la violencia que impera en la región.
Jorge Santiago, uno de los participantes en la manifestación, compartió el deseo de una sociedad sin violencia: “Queremos una sociedad en la que se pueda vivir en paz, con respeto, sin temor a la guerra”. La manifestación incluyó cantos de paz y un acto simbólico en el que encendieron velas y llevaron flores en señal de duelo y esperanza de que la violencia en la región pueda llegar a su fin.
Desde 2021, Chiapas ha registrado un aumento alarmante de violencia y desplazamientos forzados, especialmente en áreas de la frontera con Guatemala, donde el narcotráfico y la trata de personas han exacerbado el conflicto. En este contexto, el Congreso Nacional Indígena (CNI) ha advertido sobre una situación de “guerra civil” en la entidad, que ha continuado tras la reciente toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta.
A medida que la situación en Chiapas se vuelve cada vez más crítica, los manifestantes han instado al gobierno a tomar medidas inmediatas para proteger a las comunidades afectadas y restaurar la paz en la región. La protesta de este viernes fue un recordatorio de la lucha constante de los pueblos indígenas y de la sociedad civil por una vida libre de violencia y por la defensa de sus derechos y territorios.
