Tras ataque a sus instalaciones, ahora privan de la libertad a un repartidor del medio sinaloense en un contexto de alta tensión por la disputa entre facciones del Cártel de Sinaloa.
La violencia en contra del diario El Debate de Culiacán se intensificó este sábado cuando un repartidor del medio fue secuestrado tras sufrir un ataque mientras realizaba su trabajo. El incidente se produjo apenas un día después de que la fachada del periódico fuera baleada por sujetos armados, en un claro ataque contra el medio.
El repartidor circulaba en su motocicleta en la madrugada, cuando fue perseguido y derribado en el cruce de las calles Hidalgo y Venustiano Carranza por desconocidos. A pesar del violento ataque, el trabajador logró ponerse a salvo momentáneamente en un negocio cercano. Un compañero de trabajo lo llevó a casa de sus familiares para recibir atención, pero al intentar salir, fue interceptado y secuestrado por los agresores.
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Este nuevo atentado sigue a un ataque registrado el viernes contra las oficinas de El Debate en el centro de Culiacán, donde hombres armados dispararon al menos 12 veces contra el edificio. Afortunadamente, no se reportaron heridos en este incidente, pero los daños a la fachada y a varios vehículos estacionados en la zona fueron considerables.
El medio de comunicación denunció que se encuentran bajo ataques continuos y que tanto su personal como sus instalaciones están en grave peligro, en medio de la creciente ola de violencia en el estado.
La región se encuentra sumida en una crisis de violencia tras la detención de Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa. La disputa interna entre facciones del cártel ha derivado en un aumento de la violencia, afectando no solo a los involucrados en el narcotráfico, sino también a medios de comunicación y trabajadores de la prensa que informan sobre la situación.
Hasta el momento, se desconoce el paradero del trabajador secuestrado, y las autoridades no han brindado mayor información sobre los responsables ni sobre las medidas que se están tomando para proteger a El Debate y su personal.
Este episodio destaca los riesgos que enfrentan los medios de comunicación en Sinaloa, donde la libertad de prensa está bajo constante amenaza por el crimen organizado.