Un enfrentamiento entre narcos de Michoacán y militares permitió rastrear una de las armas comprada en Florida y enviada a criminales mexicanos
Las autoridades de Estados Unidos detectaron y desmantelaron una red criminal que compraba armas y las vendía a cárteles mexicanos de la droga, según informó la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (AFT, por sus siglas en inglés), por lo que seis de sus integrantes fueron imputados por el fiscal federal Roger B. Handberg.
En un comunicado girado por la dependencia estadounidense se especifica que tras meses de investigación se logró identificar a seis integrantes de la célula criminal que operaba en el Distrito Medio de Florida y cuyo presunto líder es un sujeto identificado como Ángel Velázquez Delgado.
¡SIGUE NUESTRO MINUTO A MINUTO! Y ENTÉRATE DE LAS NOTICIAS MÁS RELEVANTES DEL DÍA
“Estas personas compraron armas de fuego de alto calibre en los Estados Unidos para revenderlas a los cárteles mexicanos dedicados al tráfico de sustancias controladas; las armas incluían perforantes y antimateriales. Por ejemplo, aproximadamente 11 de las armas de fuego que traficaba esta organización eran rifles Barret calibre .50″, se lee en el comunicado difundido por el Departamento de Justicia.
La investigación comenzó en mayo de 2023 y detectó que la red criminal entregaba Barret capaces de perforar chalecos antibalas y el blindaje de algunos vehículos; también les vendió a los cárteles mexicanos rifles FN M249S, que son vendido en Estados Unidos como armas semiautomáticas “pero que se convierten fácilmente en ametralladora”.
En la información recogida por las autoridades de Estados Unidos se establece que eran los cárteles mexicanos quienes contactaban a los integrantes de la organización en Florida y les indicaban el modelo y la cantidad requerida; tras la compra, las armas eran entregadas a cambio de dinero en efectivo, narcóticos ilegales o con parte de las ganancias por la venta de drogas.
Se especificó que todas las armas fueron compradas en Florida y Georgia; y que ninguno de los seis imputados contaba con licencia para vender armas de fuego.
No está claro desde cuándo comenzaron a traficar armas para los cárteles mexicanos; empero, se tuvo conocimiento de que los criminales en Florida comenzaron a retirar los números de serie de las armas para evitar que éstas fueran rastreadas por las autoridades mexicanas.