Los sistemas electrónicos de administración de nicotina, también conocidos como vapeador, cigarrillo electrónico, pipas electrónicas, bolígrafo para vapear etc, contienen un líquido con sustancias como nicotina, propilenglicol y glicerina entre otras más de 200 identificadas, que al ser calentadas crean un aerosol/vapor, para su inhalación, y aunque la idea inicial de su desarrollo fue ayudar a dejar de fumar a las personas adictas a la nicotina, es irónico que hoy en día represente una puerta de entrada para que niños y adolescentes inicien en el consumo de tabaco y otras drogas, sabiendo que quienes vapean tienen más probabilidades de fumar más adelante en su vida, en comparación con quienes no lo usan.
La decisión de un adolescente para usar vapeador se ve influenciada no solo por los aspectos sociales y publicitarios si no también por su estado de desarrollo, particularmente de la corteza prefrontal (que es una parte del cerebro que se encuentra detrás de la frente y que se encarga de la toma de decisiones, la planificación y el establecimiento de prioridades), misma que en esta etapa de la vida, aún se encuentra en desarrollo hasta los 25 años, por lo que la decisión de vapear puede ser mucho mas influenciable que en un adulto.
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Por ello; niños y adolescentes son blanco fácil de una mercadotecnia que esta primordialmente basada en combinaciones de colores llamativos sobre diseños “divertidos y discretos” que pueden simular ser una USB, plumas e incluso hay dispositivos que incluyen video juegos miniatura que son usados por influencers en todo tipo de redes sociales, invitando a experimentar sus diferentes sabores de venta. De esto, llama la atención que, ciertamente esta publicidad no es dirigida a un público adulto que busca dejar de fumar.
Esta mercadotecnia en conjunto con el crecimiento desmedido de la industria de vapeadores, ha generado cada vez mayor accesibilidad a su compra, al tener mayor número de distribuidores tanto en establecimientos como tiendas en línea, e incluso, máquinas expendedoras que se proponen en redes sociales con un negocio rentable y podemos encontrarlas a tan solo unos metros de las escuelas. Por ello el número de usuarios de vapeadores y cigarrillos electrónicos paso de 975, 0000 en 2019 a 2.1 millones en 2023, el número de niños que experimentan con vapeadores aumentó del 7.7% en 2022 a 11.6% en 2023, además aproximadamente 74% de los estudiantes que usan las redes sociales han visto publicaciones o contenido relacionado con los cigarrillos electrónicos.
Por ello, en México, los primeros pasos para detener este consumo, ha sido la publicación de un decreto que prohibió la importación de vapeadores en octubre del 2021, y posteriormente el 31 de mayo de 2022 se decretó la prohibición, circulación y comercialización de vapeadores en todo el país, sin embargo, en octubre del mismo año, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, dictaminó que estas prohibiciones eran contrarias a la Constitución, por lo que actualmente, se está considerando una reforma constitucional, hecho que ha dado paso a que el comercio del vape siga operando bajo este “amparo”.
Este intento por establecer regulaciones, ha generado el levantamiento de movimientos pro vapeo, con el argumento de que hay un grupo muy específico de la población con adicción al tabaco, que tiene derecho a otras alternativas de consumir nicotina para dejar de fumar cigarrillo convencional, sin embargo el mensaje de estos movimientos se ve desvirtuado por conflictos de interés, al tener relaciones con la comercialización de vapeadores, además habría que considerar que, en todo caso la recomendación del uso de vapeador en esta población específica, debiera ser bajo prescripción con seguimiento médico y con un dispositivo que cuente con certificaciones para su uso seguro. Ante este debate, una verdad innegable es que inhalar sustancias (sea o no nicotina), en cualquiera de sus formas (humo o vapor), es dañino para los pulmones y la salud en general, primordialmente en población vulnerable, considerando también el gran impacto ambiental ocasionado por los desechos de vapeadores y sus baterías.
Esta columna, además de ofrecer información actual sobre vapeadores, es un llamado a los padres, maestros, autoridades y sociedad en general para ejercer nuestro derecho a la salud respiratoria y proteger la infancia y adolescencia del uso de estos dispositivos.