El menor encontró el arma de su madre bajo el asiento del coche mientras cargaban gasolina y se disparó accidentalmente
Un niño de ocho años falleció este martes en la ciudad estadunidense de Lehi, Utah, después de haberse disparado accidentalmente en la cabeza con el arma que su madre tenía guardada bajo el asiento del coche.
El Departamento de Policía de la urbe anunció que el niño falleció esta mañana en el hospital, un día después del incidente que sucedió en el estacionamiento de una gasolinera.
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Según un comunicado de la Policía de Lehi, el lunes a las 19:39 horas, los agentes respondieron una llamada de emergencia por un menor herido de bala en la cabeza.
Al parecer, el niño estaba solo en el coche, mientras su madre estaba dentro de la gasolinera. Según contó un testigo de lo sucedido al canal de televisión KSL TV, la mujer empezó a gritar:
“Se disparó, se disparó, se disparó. (…) Encontró el arma debajo de mi asiento y apretó el gatillo. Fue un accidente total”, afirmó el testigo.
El disparo fue “involuntario y autoinfligido”, aseguró la Policía, y, pese a que el niño fue trasladado en helicóptero de manera inmediata al Hospital Infantil Primario de Salt Lake, este falleció horas después.
Según la organización Gun Violence Archive, en lo que va del año han fallecido en Estados Unidos 11,515 personas por armas de fuego, 166 de ellos niños menores de 11 años.
El cirujano general de EU, Vivek Murthy, declaró recientemente que la tasa de mortalidad por armas de fuego entre los jóvenes estadunidenses es casi seis veces superior a la de Canadá