Un estudio en EEUU respalda las mamografías anuales para mujeres mayores de 40 años

Estos análisis podrían ser la clave para la detección temprana del cáncer de mama, según una investigación que muestra que espaciar las exploraciones aumenta la probabilidad de diagnósticos en etapas tardías

Un nuevo estudio respalda la idea de que las mujeres a partir de los 40 años se hagan una mamografía cada año, en lugar de cada dos años, para ayudar a detectar los cánceres de mama tempranos.

La tasa a la que las mamografías revelaron un tumor en sus últimas etapas fue significativamente más baja entre las mujeres que se hicieron una mamografía anual, en comparación con las que espaciaron las exploraciones a lo largo de dos o más años, informó un equipo de la Universidad de Pittsburgh.

“Las mamografías anuales son cruciales para la detección temprana del cáncer de mama, lo que aumenta las probabilidades de supervivencia, reduce los daños a las pacientes porque el tratamiento quizá no necesite ser tan intenso, facilita la recuperación y puede reducir el costo de la atención”, señaló la autora principal del estudio, la Dra. Margarita Zuley, profesora de radiología de la Pitt.

Los nuevos hallazgos se producen en el contexto de las directrices contradictorias en torno a la frecuencia recomendada de las mamografías, lo que puede resultar confuso para muchas mujeres de 40 años.

Las directrices del Colegio Americano de Radiología aconsejan que las mujeres mayores de 40 años se hagan una mamografía una vez al año, mientras que las directrices del influyente Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. recomiendan mamografías una vez cada dos años, a partir de los 40 años.

En el nuevo estudio, el grupo de Zuley se basó en una gran base de datos institucional que incluía a más de 8,100 mujeres que se habían sometido al menos a una mamografía antes de un diagnóstico de cáncer de mama.

En un informe publicado recientemente en la revista Journal of Clinical Oncology, Zuley y sus colegas encontraron que el porcentaje de pacientes con cáncer de mama que fueron diagnosticadas con un cáncer en etapa tardía (etapa IIB o peor) aumentó junto con el intervalo de tiempo entre las mamografías.

Un total de 9% de las mujeres que se sometieron a exámenes de detección anuales tenían un cáncer en etapa tardía, en comparación con el 14% de las que se hicieron mamografías una vez cada dos años y el 19% de las que se hicieron exámenes de detección “intermitentemente” (al menos un intervalo de 27 meses entre exploraciones).