Pueden extrañarlo, pero confíen, el ‘8’ está en buenas manos. Federico Valverde, heredero de Toni Kroos, fue el héroe del Real Madrid ante un complicado Valladolid para la primera victoria del club blanco en la temporada 2024-25 de LaLiga.
Cuando las pinceladas de la todavía inconexa delantera merengue se estrelló con la doble muralla defensiva del cuadro pucelano, el poderoso mediocampista uruguayo abrió la llave para retribuir la entrega del Santiago Bernabéu, ansioso por ver al renovado Campeón de Liga y de Europa.
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Pero el bombazo del Halcón se forjó con la frustración del pobre funcionamiento madridista a lo largo de 50 minutos. El tridente conformado por Kylian Mbappé, Vinicius Jr. y Rodrygo sigue sin crear una alianza que asuste a los rivales, aunque a su favor, los avisos fueron mayores a lo sucedido en Mallorca.
Dos tiempos de constrastes
El primer tiempo dejó muy poco: un pase filtrado desde la defensa, con Militao y Rudiger como mariscales, y un derechazo de Mbappé que terminó en los guantes de Karl Jakob Hein. Y hasta ahí.
Pero para el segundo tiempo, con el cansancio de Valladolid y un espacio abierto, Valverde aprovechó con un derechazo tras un tiro libre que se coló a la esquina izquierda de Hein, perjudicado por un leve rozón de su zaga.
A partir de ese momento, con la calma del marcador, Vini y Kylian comenzaron a conectar más, provocando la oportunidad más clara del francés en sus dos primeros partidos en España.
El ‘7’ desbordó por la izquierda, dejó plantado a un par de rivales y centró de tres dedos para encontrar a KB9, quien remató de primera, pero estrelló el bal88′.ón en el pecho del meta estonio.
Los suplentes forjaron la goleada
Ya sin el tridente en el campo, Carlo Ancelotti le dio oportunidad a Brahim Díaz y Endrick. El marroquí fue el primero en levantar la mano y dejar claro que en la banca también hay talento.
Con el campo abierto, Brahim escapó por la izquierda y le bastó con acariciar la bola para mandarla al fondo y poner el 2-0 al 88′.
Ya en el agregado, de nuevo Díaz arrastró el balón, ahora por la mitad de la cancha, y terminó de romper la ya lastimada defensa de Valladolid para ceder el balón al niño brasileño, quien desbordó por la derecha y con un zapatazo implacable fijó el 3-0.