El Columbus Crew se proclamó este domingo campeón de la Leagues Cup 2024 tras derrotar en la Final al LAFC por 3-1 con un doblete y una asistencia de un Juan Camilo ‘Cucho’ Hernández, quien tuvo una actuación absolutamente magistral.
El delantero colombiano es el faro de este deslumbrante Columbus Crew que lleva dos títulos en menos de un año y que se ha consolidado como el ogro del LAFC, ya que en ambas Finales se impuso a los angelinos.
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Vigente campeón de la MLS Cup (2-1 ante el LAFC el pasado diciembre), el conjunto que entrena Wilfried Nancy, que alcanzó además la Final de la Concacaf Champions Cup (cayó en junio ante Pachuca), tomó así el relevo del Inter Miami de Lionel Messi, que el año pasado conquistó la edición inaugural de este torneo, en el que se enfrentan durante un mes todos los clubes de la MLS y la Liga MX.
Vencedor de la MLS Cup y del MLS Supporters Shield en 2022, el LAFC acudía a Columbus con ánimo de venganza, no solo por la MLS Cup de 2023 sino también por el humillante 1-5 que sufrió ante el Crew en liga hace poco más de un mes.
Pero tampoco esta vez pudo con el equipo de Columbus y la derrota fue aún más cruel para el LAFC, ya que los dos últimos goles llegaron en el tiempo de compensación de la segunda mitad, cuando la Final parecía ir a los penaltis.
Los dos equipos presentan un enorme arsenal ofensivo pero con filosofías opuestas: el Columbus Crew domina a través de la posesión, mientras que el LAFC, con Olivier Giroud por primera vez como titular, tiene dinamita al contraataque.
El LAFC se plantó bien en el arranque y hasta que no se cumplieron 20 minutos no llegaron las primeras aproximaciones de los locales con un par de incursiones por la izquierda de Max Arfsten.
‘Cucho’ intentó engrasar el juego del Columbus Crew pero el partido era brusco, entrecortado y por momentos caliente con faltas duras y discusiones entre los jugadores.
Nada mejor que el balón parado para desatascar un embrollo así. Tras un saque de esquina, Mohamed Farsi cazó el rechace y sirvió un delicado centro picado que el cafetero, entrando como un cohete, mandó a la red con un fabuloso cabezazo al borde del descanso.
