Alimentación que llevemos a los 40 años influirá en nuestra calidad de vida a los 70

Quienes siguen hábitos saludables en la mediana edad tienen más probabilidades de disfrutar de un envejecimiento saludable

Seguir una dieta saludable en la mediana edad puede incrementar significativamente las probabilidades de envejecer de manera saludable. Un reciente estudio de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard (Estados Unidos) revela que actualmente solo 1 de cada 10 personas logra llegar a los 70 años o más con buena salud física, cognitiva y mental, y libre de enfermedades.

“Las personas que adoptaron hábitos alimenticios saludables en la mediana edad, especialmente aquellos ricos en frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables, tenían muchas más probabilidades de disfrutar de un envejecimiento saludable”, afirma Anne-Julie Tessier, investigadora postdoctoral en la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard.

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El estudio, que analizó datos de más de 100.000 personas durante 30 años, muestra que aquellos que siguieron una dieta saludable a partir de los 40 años tenían entre un 43% y un 84% más de probabilidades de mantener un buen estado físico y mental a los 70 años, comparado con quienes no lo hicieron.

Los investigadores encontraron que una mayor ingesta de frutas, verduras, cereales integrales, grasas insaturadas, nueces, legumbres y productos lácteos bajos en grasa se asociaba con mayores probabilidades de un envejecimiento saludable. En contraste, un mayor consumo de grasas saturadas, sodio, carnes rojas y procesadas se relacionaba con menores probabilidades de envejecer saludablemente.

Aunque muchos estudios previos han demostrado que una dieta saludable puede prevenir enfermedades crónicas, esta investigación es única en su enfoque sobre el envejecimiento saludable, definido no solo como la ausencia de enfermedades, sino también como la capacidad de vivir de forma independiente y disfrutar de una buena calidad de vida a medida que envejecemos.

“Tradicionalmente, la investigación y las pautas dietéticas se han centrado en la prevención de enfermedades crónicas como las cardíacas”, explica Tessier. “Nuestro estudio proporciona evidencia de que las recomendaciones dietéticas deben considerar no solo la prevención de enfermedades, sino también la promoción de un envejecimiento saludable como un objetivo a largo plazo”.

También se encontraron fuertes correlaciones con el índice dietético empírico para la dieta de hiperinsulinemia (78%), la dieta de salud planetaria (68%), la dieta mediterránea alternativa (67%), la dieta de enfoques dietéticos para detener la hipertensión (DASH) (66%), la dieta de intervención mediterránea-DASH para el retraso neurodegenerativo (MIND) (59%) y el patrón inflamatorio dietético empírico (58%). La asociación fue algo más modesta para la dieta saludable basada en plantas (43%).

“Un hallazgo notable fue la asociación entre una dieta saludable para el planeta y un envejecimiento saludable”, destaca Tessier. “Esta dieta, basada en el informe de la Comisión EAT Lancet, enfatiza las frutas, verduras, cereales integrales, proteínas vegetales y grasas saludables de fuentes sostenibles. “El hecho de que este patrón dietético sea uno de los principales asociados con el envejecimiento saludable es particularmente interesante, ya que sugiere que podemos adoptar una dieta beneficiosa tanto para nuestra salud como para el planeta”.

Los vínculos entre la dieta y el envejecimiento saludable se mantuvieron sólidos incluso al considerar la actividad física y otros factores conocidos por influir en la salud. Tessier destacó que cada uno de los patrones dietéticos saludables estaba vinculado no solo con el envejecimiento saludable en general, sino también con sus componentes individuales, incluyendo la salud física, el funcionamiento cognitivo y la salud mental.