Han ganado popularidad debido a su facilidad en el uso, pero los dermatólogos advierten que la protección depende de la aplicación correcta
Uso protectores solares en aerosol todo el verano porque son muy fáciles de poner. Pero ¿son tan buenos como las cremas?
Hay muchas cosas prácticas de los protectores solares en aerosol: suelen ser más ligeros y fáciles de aplicar que las cremas. Pero si crees que con unas pocas pulverizaciones por aquí y por allá tendrás la protección adecuada contra los dañinos rayos del sol, piénsalo otra vez, dicen los dermatólogos.
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Según Maral Kibarian Skelsey, profesora clínica asociada de Dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Georgetown, el uso diario de protector solar es vital. Previene las quemaduras solares y protege la piel del daño solar a largo plazo, que puede causar arrugas y manchas por el sol y aumentar el riesgo de cáncer de piel, el tipo de cáncer más frecuente en Estados Unidos.
Sin embargo, muchos estadounidenses no se aplican protector solar con la frecuencia suficiente. En una encuesta realizada en 2020 por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, solo el 12 por ciento de los hombres y el 29 por ciento de las mujeres afirmaron utilizar siempre protección solar cuando estaban al aire libre durante más de una hora en un día soleado.
Ventajas e inconvenientes
Los protectores solares en aerosol son populares porque son muy fáciles de usar, dijo Jean Charles, dermatóloga en Cedar Park, Texas. Los aerosoles permiten cubrir grandes zonas del cuerpo, incluidas las de difícil acceso, como la espalda.
Los aerosoles suelen ser más ligeros, menos “pegajosos, aceitosos y pesados”, y es menos probable que dejen un residuo blanco, a diferencia de las cremas, señaló David Kim, dermatólogo estético de Idriss Dermatology, en Nueva York.
Sin embargo, los protectores solares en aerosol pueden plantear algunos problemas. A veces, es difícil saber si el protector solar se distribuye uniformemente, dijo Skelsey. Si te lo aplicas en un día con mucho viento, es posible que quede más cantidad flotando en el aire que sobre el cuerpo.
“Siempre existe el riesgo de que se pasen por alto algunos puntos”, dijo Charles. En cambio, con las cremas se puede ver en dónde las estás aplicando.
Muchos productos populares también contienen gases inflamables como el propano, el butano o el isobutano, que propulsan el protector solar sobre la piel y pueden suponer un riesgo de quemadura si se aplican o se llevan puestos mientras se fuma o si estás cerca de una llama.
Algunos protectores solares en aerosol también contienen alcohol, que puede irritar y resecar la piel, según Charles.
Qué buscar
Según Skelsey, los protectores solares en aerosol contienen los mismos ingredientes activos que las cremas, por lo que deberían ser tan útiles como estas si se utilizan correctamente. Al igual que con las cremas, los adultos y los niños mayores de 6 meses deben utilizar protectores solares en aerosol de amplio espectro con un FPS de 30 o superior, según Charles.
Si tienes la piel sensible, Skelsey recomendó los protectores solares minerales en aerosol o crema con óxido de zinc o dióxido de titanio como ingredientes activos; es menos probable que causen irritación o reacciones alérgicas.
Y ten en cuenta que un producto más caro, de gama alta o de lujo no es necesariamente mejor que uno más barato, dijo Skelsey: “Puedes conseguir un protector solar muy bueno en una farmacia”. Más allá de eso, el tipo de protector solar que utilices depende de ti, dijo Charles.
Cómo aplicarlo
Según la Academia Americana de Dermatología (AAD por su sigla en inglés), se necesitan aproximadamente 30 mililitros de protector solar para cubrir todo el cuerpo. Esta cantidad – como para llenar un vaso de shots con protector solar – puede ser difícil de medir con un aerosol, por lo que la academia recomienda mantener la boquilla a unos dos centímetros del cuerpo y rociar hasta que la piel brille.
No olvides las zonas que a menudo se pasan por alto, como los pies, las orejas, el cuello, las manos y el cuero cabelludo, dijo Skelsey.
El paso más importante es frotar el protector solar después de aplicarlo. Si no lo haces, es posible que la piel no quede cubierta de manera uniforme, dijo Kim: “He visto a gente en la playa que se lo rocía y ya está”. Otra opción: echártelo en las manos y untarlo por el cuerpo, añadió Charles.
Después, vuelve a aplicártelo como lo harías con cualquier protector solar, cada dos horas – o con más frecuencia si nadas o sudas -, dijo Skelsey: “Esto es lo suficientemente importante como para que programes una alarma”.